Paul Manafort, el ex jefe de campaña de Donald Trump, se entregó al FBI para cumplir una orden de arresto por «conspirar contra Estados Unidos», esto, debido a no registrarse como agente de un país extranjero.

Esta situación se enmarca en la supuesta injerencia rusa en las elecciones del año pasado en Estados Unidos, por los presuntos contactos entre este país y la campaña del ahora Presidente norteamericano.

Antes de integrar el comando presidencial de Trump, Manafort trabajó para un multimillonario, con el fin de beneficiar a Rusia, y también hizo negocios irregulares con prorrusos en Ucrania.

Cabe precisar que este hombre renunció en agosto de 2016 a su cargo, tras haber ocultado que trabajó en secreto para el gobierno proruso en Ucrania.