Brasil venció a Malí por 2-0 y consiguió el tercer lugar de la Copa Mundial Sub-17 de India, posición que obtienen por segunda vez luego de habérsela adjudicado durante la edición de 1985 de la categoría.

Pese al resultado, los africanos fueron protagonistas casi absolutos de la primera parte, siempre a partir del traslado prolijo del balón, situación que no pareció molestarle a un tímido Brasil.

De ahí que abusaran del remate de larga distancia, casi siempre bien resuelto por Gabriel Brazao, como en aquella buena atajada ante un disparo de Salam Jiddou en el primer lapso.

Los brasileños emparejaron el desarrollo durante el complemento, aunque tuvieron suerte cuando un tibio intento de Alan se coló sorpresivamente entre las manos de Youssouf Koita: 1-0 para los sudamericanos.

Brasil tuvo más espacios que antes, aunque recién supo aprovecharlos sobre el final, cuando el ingresado Yuri Alberto apareció solo para aprovechar un buen pase de Brenner y sentenciar la victoria del Scratch.