Alberto Barriga  joven empresario de Concepción acudió el pasado jueves a una notaría de la ciudad para efectuar un curioso trámite: inscribió los 119 elementos de la tabla periódica a su nombre.

En cuanto al motivo de este singular trámite, Barriga explicó que lo hizo para ayudar a la humanidad con el impuesto mensual o anual que pretender cobrar a las empresas que tengan utilidades mediante el uso de estos elementos químicos.

«Mediante lo que se recaude y sin lugar a dudas el 90% será donado y el 10% será para pagar los gastos de la empresa. Y es más, a la persona que le tengamos que cobrar un impuesto y vemos que su empresa no está en óptimas condiciones vamos a ver la opción de ver cómo ayudarlos, para que salga adelante y genere más empleo», dijo el joven a «La Tercera».

De todas formas, durante los 30 días siguientes a realizar el trámite, que se hizo el 4 de octubre pasado, cualquier persona puede objetar lo realizado por Barriga mediante documentos.

Problema legal

El abogado y profesor de Derecho la Comunicación e Información de la Universidad Católica, Francisco Leturia, aseguró que esta petición no debería aceptarse, por lo que no ve posible que los objetivos que busca se cumplan.

«No debiera aceptarse una cosa así porque uno tiene que patentar alguna cosa que tenga un elemento novedoso y no cosas que ya sean conocida. No puedes patentar la Coca Cola o el hilo negro, tiene que tener un aporte creativo… lo normal es que no se apruebe. Es una humorada», explicó.

Leturia precisó que el trámite necesario se hace ante el Registro de Propiedad Intelectual y no en una notaría, y además enfatizó que no se «puede llegar y patentar algo que ya existe»: «La tabla periódica es muy antigua y la han trabajado muchísimas personas, así que ninguna posibilidad», precisó.