“Un hombre valiente, justiciero, comprensivo, bondadoso, perdonador, siempre al lado de los más necesitados”. Estas fueron algunas de las palabras con las que más de 100 personas recordaron la vida de José León Gutiérrez, en “Misa y mesa”, homenaje organizado por la Corporación La Matriz para despedir la vida del sacerdote que la semana pasada falleció a la edad de 87 años.

Después de la ceremonia religiosa los presentes pasaron a compartir un plato de comida en el comedor 421, espacio de apoyo y cobijo a personas en situación de calle de Valparaíso, y que el sacerdote fundó al tiempo después de hacerse cargo de la histórica parroquia porteña en 1991.

Sofía Zárate, coordinadora del Llamado de Cristo de la Iglesia La Matriz, sostuvo que «esta despedida significa mucho porque yo sigo haciendo el caminar que él me enseño: servir a los más pobres entre los más pobres. Me gusta lo que hago, me llena la vida. El padre Pepo me enseñó a amar y servir a Dios».

Por su parte, Gonzalo Bravo, párroco de La Matriz y presidente de la corporación del mismo nombre, expresó que la despedida fue en el comedor 421, puesto que es “un lugar de amor, de caridad, de ternura, y hay mucha gente de distintas proveniencias, sentimientos incluso creencia, que nos juntamos en torno en una mesa para celebrar la vida”.