La Comisión Europea se abrió al diálogo respecto a la demanda independentista que tiene el pueblo de Cataluña; esto, en desmedro de lo planteado por el Gobierno de España, que se niega a ceder.

Al respecto, el vicepresidente del organismo continental, Fran Timmermans, pidió que «olvidemos el enfrentamiento y apostemos por el diálogo para resolver este conflicto”.

Pese a ello, fue claro en asegurar que la decisión final es algo que le compete «sólo al pueblo español», indicando que «son los 46 millones de españoles quienes deben decidir sobre su futuro».

Argumentó estas palabras diciendo a los españoles que deben «excluir de esta manera, cualquier papel de mediador de las instituciones europeas».