15 funcionarios de la embajada de Cuba en Washington fueron expulsados de Estados Unidos en represalia a los daños sufridos por 12 diplomáticos de aquel país en La Habana.

Según dieron a conocer desde la Casa Blanca, el Gobierno de Donald Trump tomó esta decisión en respuesta al ataque sónico de origen desconocido que afectó a los trabajadores estadounidenses en la capital cubana.

Medios de comunicación cubanos informaron que los nombres de las personas expulsadas de Norteamérica se encuentran en una lista que fue elaborada por el Departamento de Estado, y que tienen como plazo una semana para salir de EE.UU.

Rex Tillerson, jefe de la diplomacia estadounidense informó que “esta decisión se tomó debido al fracaso de Cuba de dar los pasos necesarios para proteger a nuestros diplomáticos de acuerdo con las obligaciones contempladas en la Convención de Viena».