Hasta hace poco actividades domésticas tan cotidianas como usar un hervidor de agua era una gran complicación para una docena de familias del Comité El Olivar, ubicado en el Campamento Manuel Bustos de Viña del Mar. Esto porque tenían que ponerse de acuerdo para usar artículos eléctricos porque compartían entre todos un solo medidor y cuando éste superaba su capacidad, se cortaba por  seguridad.

Sin embargo, gracias a su responsabilidad y esfuerzo la vida les acaba de cambiar y cada casa ya cuenta con un empalme propio. “Teníamos que turnarnos para ver televisión y planchar, entre otras cosas. Ahora esto cambió, cada uno hace las cosas en el tiempo que tenga, no hay que someterse al sistema que había que era muy estricto, ya que el medidor saltaba porque era uno. Sin embargo, agradecida de ese tiempo duro, porque nos enseñó a trabajar en comunidad, a amarnos unos a otros y a tener un respeto entre nosotros, y ahora que tenemos medidores individuales, a disfrutar lo que es la luz en nuestro hogar”, relata Danila Cortés, presidenta de dicho comité vecinal.

 

Para esto la empresa eléctrica Chilquinta debió levantar una red especial de distribución, que trae energía de 12 mil voltios, la reduce a 380 y luego a los 220 y construir empalmes individuales que se conectan a las casas de forma segura a través de diferenciales termomagnéticos, con sus respectivas cajas de seguridad. “Estas familias tienen hace más de 35 años suministro eléctrico de Chilquinta, de una apostación que está a más de 500 metros de distancia y con las dificultades que significaba compartir un suministro de 9 kilowatts para varias personas. Ahora poder contar con un suministro seguro e individual es un cambio muy significativo para ellos”, destacó el Subgerente Comercial de Chilquinta Energía, Francisco Karmy.

Al respecto, el Director Regional del Servicio de Vivienda y Urbanismo (Serviu), Carlos Contador, recalcó que “ven materializado el proceso de urbanización. Terminamos el proceso de loteos y nos encontramos trabajando aceleradamente con Esval en proyectos de ingeniería sanitaria para poder iniciar esas obras, por ende, el hito de hoy no es otra cosa que darle una seguridad a todas las familias del campamento Manuel Bustos de que ya no hay pie atrás, que iniciamos un proceso que va a terminar con el campamento urbanizado y las familias con sus títulos de dominio”.

Estas mejoras en la entrega de suministro están enmarcadas en el Plan de Gestión de Campamentos de Chilquinta Energía, que tiene como objetivo conectar a la red eléctrica a más de 500 familias que viven en condiciones irregulares en la Región de Valparaíso.