Como una actividad que perjudica más de lo que beneficia a Valparaíso calificó  el candidato a diputado José Egido el carnaval denominado “Mil Tambores al Viento”, que cada año se realiza en la Ciudad Puerto y que esta vez debería iniciarse el viernes 29 de septiembre y finalizar el domingo uno de octubre.

Egido manifestó que son muchos los comerciantes que no están de acuerdo en que la actividad se haga en las calles centrales de la ciudad, ya que sus locales sufren serios daños y por lo general ellos deben cerrar, pues gran parte de las personas que participan, por lo general grafitean, ensucian y rompen  sus vitrinas y gran parte de sus locales.

“Hemos visto en años anteriores cómo Valparaíso se convierte en tierra de nadie durante este carnaval. Estoy de acuerdo con que la cultura debe tener un espacio, pero si cultura es que vengan personas de distintas partes a destruir la ciudad, no creo que eso nos beneficie”, dijo el candidato a diputado.

Asimismo,  agregó que los comerciantes establecidos sufren una serie de daños y que nadie les paga los arreglos que deben realizar a sus locales. “La ciudad se convierte en un caos, se destruye el mobiliario urbano y todo lo que esté en el entorno. Por lo demás, las personas que habitan en Valparaíso no pueden salir de sus viviendas y lo que es peor, no pueden dormir,  ya que hay gente bebiendo alcohol, peleas, bulla y una gran cantidad de mugre por todos lados, incluso en las playas, donde muchos de quienes vienen a ver este espectáculo cultural acampan”, explicó Egido.

Es por ello dijo, sería mejor realizar este carnaval en un sector que no sean las calles de Valparaíso. “Creo que el Parque Alejo Barrios sería un buen lugar para que se desarrolle el carnaval, ya que estaría más delimitado el espacio y de esta forma no entorpece el normal funcionamiento de la ciudad”,  puntualizó.

Finalmente hizo un llamado a  quienes participen de Mil Tambores al Viento, para que la actividad se desarrolle en forma normal y sin destrozos, para que sea un aporte a la ciudad, a sus comerciantes, habitantes y turistas, sin desmanes ni tragedias que lamentar.