Las celebraciones de Fiestas Patrias son sinónimo de alegría, comida y bebestibles en abundancia. Todo, por cierto, con el único objetivo de festejar a Chile.

Por lo mismo, y con objeto de endurecer las penas, estableciendo sanciones más duras a quienes manejen en estado de ebriedad y provoquen un accidente, se promulgó la «ley Emilia».

Para la académica de la Facultad de Derecho de la U. San Sebastián, Alejandra Bustos, lo más importante de la ley Emilia es que “no se va a poder acceder al beneficio del cumplimiento de la pena en libertad».

Al respecto, explicó que «una vez transcurrido el cumplimiento efectivo de las dos terceras partes de la pena y no de la mitad de la pena, como hoy podría ocurrir bajo un delito común”.

Cabe precisar que el alcohol está presente en al menos el 20% de los accidentes de tránsito que dejan víctimas fatales y se calcula que, en promedio, cinco personas mueren diariamente por esta causa.

Sanciones y multas

La Ley Emilia establece, como puntos relevantes de su aplicación, sanciones por huir del lugar del accidente, negarse a un alcotest y accidente en estado de ebriedad.

Las multas varían de acuerdo a la gravedad de la falta, pero pueden ir entre las 3 y las 20 UTM.

Otras sanciones son, por ejemplo, la suspensión de la licencia de conducir hasta presidios que van desde los 541 a 3 años hasta los 3 a 5 años con prohibición de volver a conducir por el resto de la vida, además de la incautación del vehículo.