Un reportaje del Centro de Investigación Periodística (Ciper) reveló que una serie de diputados pagaron con dinero fiscal distintos informes, los que contenían párrafos copiados textualmente desde Internet, y sin citar.

Una de las implicadas en el este hecho fue la diputada Camila Vallejo (PC), quien salió al paso de la información diciendo que «me fallaron, me hago cargo y decidí terminar el contrato».

La empresa aludida por la parlamentaria y ex líder estudiantil es el Instituto de Ciencias Alejandro Lipschut (ICAL), vinculado a distintos diputados del Partido Comunista.

Según la investigación, Vallejo canceló a ICAL ocho informes por cerca de $ 6,2 millones, dinero del que dijo que repondrá a las arcas fiscales con su dieta parlamentaria.

Pese a ello, el secretario general de la Cámara de Diputados, Miguel Landeros, le indicó a la diputada comunista que espere los resultados de la auditoría que se llevará a cabo en la materia antes de realizar cualquier acción.