Instagram sufrió la filtración de datos de seis millones de cuentas; esto, pese a que en un principio se creía que el ataque sólo había afectado a cuentas de celebridades -que comenzaron con la cantante Selena Gómez- finalmente se develó que también impactó en las cuentas de otros usuarios.

Cabe recordar que el 30 de agosto, Instagram había asegurado a los usuarios no famosos que sus cuentas no estaban en peligro, se supo que los atacantes crearon una base de datos llamada “Doxagram” que fue publicada en la Dark Web con la información de los usuarios afectados, la cual podía ser comprada por 10 dólares.

Eset, compañía dedicada a la detección de amenazas, indicó que “para obtener la información, los atacantes explotaron un bug (una vulnerabilidad que puede encontrarse en la codificación de un software y altera su comportamiento deseado) en una de las API (interfaz de programación de aplicaciones) de la aplicación, lo cual les dio acceso a números de teléfono y direcciones de correo electrónico”.