Una historia que no cuenta dos veces es la que vivió Julio Norambuena, un conductor de un microbús de la empresa ViñaBus que vio que una máquina iba a golpear a la suya, por lo que corrió para interponerse entre ambas.

Sin pensar en el riesgo que corría su integridad física al realizar esta acción, el chofer se puso entre su microbús y la máquina que se desenganchó, terminando aplastado entre los buses.

Afortunadamente el hombre sigue con vida, con una serie de lesiones que lo mantienen internado en el hospital Gustavo Fricke de Viña del Mar, aunque sin riesgo vital.

Mira el momento captado por las cámaras de seguridad: