“Nos atacaron, siguen disparando, mi marido está herido, por favor vengan luego”. Con el audio de ese doloroso llamado de Vivian Mackay a Carabineros, hace cuatro años, comenzó hoy el cuarto día del juicio oral contra 11 acusados por el incendio de carácter terrorista, que provocó la muerte del matrimonio Luchsinger-Mackay el 4 de enero de 2013, en el fundo Lumahue, en la región de La Araucanía.

El primer testigo en prestar declaración fue el cabo 2° de Carabineros, José Rojas, quien recibió el llamado de la víctima en la Central de Comunicaciones de Carabineros, quien relató detalles del llamado que atendió de parte de la víctima.

Al respecto, el fiscal Luis Torres explicó que «se va a acreditar que las víctimas no sólo estaban vivas al momento de ser incendiadas, sino que estaban conscientes, que es lo más repudiable de este hecho de extrema gravedad, y que, además, permite fundar claramente el carácter terrorista de este accionar”.

Exclusión de arma

Antes de que comenzara la rendición de pruebas, el Ministerio Público solicitó incluir un informe pericial que demuestra que un arma de fuego incautada en la región del Biobío fue previamente utilizada en el atentado, lo que a juicio de la Fiscalía «permitiría acreditar el delito y la participación de los imputados».

Aunque el fiscal Torres sostuvo que la prueba daba mayor certeza a los argumentos de la Fiscalía y, en particular a la declaración del imputado José Peralino, finalmente el Tribunal rechazó la solicitud.

Tras ello, el persecutor indicó que “llama la atención que las defensas tuvieran tan férrea oposición a que el Tribunal tuviera conocimiento de este nuevo antecedente. que era relevante, porque permitía demostrar que hay tránsito de armas de fuego y tránsito de personas”.