Leches, jugos, galletas y hasta cotonas recibirán la mañana de este viernes los 96 niños del jardín infantil Sol Naciente gracias a la solidaridad de la población penal del Centro de Cumplimiento Penitenciario (CCP) de San Felipe.

Con el objetivo de que los pequeños de escasos recursos puedan celebrar el Día del Niño, los reclusos decidieron unirse para juntar las colaciones que les entrega Gendarmería y así poder ir en ayuda de los menores que asisten al recinto ubicado en la villa 250 Años.

Fernando Alam, interno integrante del comité solidario que funciona en la unidad, afirmó que «hicimos una junta de 900 colaciones, con 200 leches, 210 jugos, 288 brownies y 212 galletas. Los niñitos necesitan una ayuda de nosotros y nosotros se las podemos brindar”.

Por su parte el jefe de la unidad sanfelipeña, mayor Felipe Cornejo, sostuvo que “hubo una petición formal, a través de los internos, de ir en ayuda de un jardín de la 250 Años. La ayuda es darles un día diferente y celebrarles el Día del Niño. La jefatura accedió a que se hiciera esta donación”.

Uniformes

Fueron las mismas asistentes de párvulos quienes les confesaron al mayor Cornejo que muchos de los pequeños no cuentan con la totalidad del uniforme.

Frente a ello, los reclusos del taller de corte y confección, quienes actualmente trabajan en la confección de bolsas ecológicas, se comprometieron a elaborar las requeridas pecheras, las que serán entregadas junto a las colaciones.

Celebración en el CCP

Quienes se encuentran recluidos también podrán celebrar esta fecha tan especial en familia. Es así como los imputados y condenados accederán a una vista extendida durante este sábado o domingo. En la oportunidad se podrán ingresar tortas y otros alimentos acordes a la celebración. Además, los internos hicieron rifas y campeonatos para reunir dinero y así arrendar juegos inflables.

Otra de las personas integrantes del comité solidario es Patricio Arrey. Con 34 años este joven tiene tres hijos, con los que espera poder festejar este sábado. “Tengo tres hijos chiquititos, dos bebés y uno que tiene diez, y ahora vienen este sábado. Vamos a estar bien porque tenemos los juegos inflables y tortas. Esto nos sirve para tener un poco más de comunidad acá dentro del penal”.

Al igual que Patricio son cintos los reclusos que esperan poder disfrutar de la visita extendida y así pasar un momento familiar, junto a sus hijos o padres, pese a estar privados de libertad.