En el marco de las investigaciones que se realizan por el presunto caso de espionaje denunciado por la Sofofa en mayo recién pasado, la Brigada del Cibercrimen de la PDI cuenta con una evidencia que responsabilizaría a Rubén Aros Oñate.

El ex carabinero, que en primer lugar prestó testimonio como testigo y luego como sospechoso, fue quien encontró los micrófonos ocultos en la oficina de la testera de la entidad, sin embargo la compra de uno de estos artefactos días antes hizo pensar a la PDI que podría estar detrás del mismo caso que denunció.

Esta situación generaría que el caso pasara de ser una presunta vulneración a conversaciones privadas a uno calificado como delito de estafa.

Según dio a conocer la PDI durante esta jornada, Aros Oñate, cuando fue solicitado para revisar la oficina y encontrar los supuestos micrófonos y cámaras, se dirigió directamente al lugar donde estaban, sin antes revisar ningún otro lugar.