El Gobierno de Chile, desde su asiento como vicepresidente, participó activamente de las negociaciones de la «Conferencia de las Naciones Unidas para negociar un instrumento jurídicamente vinculante que prohíba las armas nucleares y conduzca a su total eliminación», que se desarrolló en Nueva York.

De esta manera, se concluyó con la adopción del Texto del Tratado de Prohibición de las Armas Nucleares, que será abierto para firma el próximo 20 de septiembre.

Se trata de un hecho histórico, al ser el primer tratado en proscribir las únicas armas de destrucción masiva que aún no habían sido prohibidas explícitamente, creando una norma que estigmatiza su posesión y sienta las bases para futuras negociaciones que permitirán su total eliminación de forma verificable e irreversible.

Evaluación positiva

A través de un comunicado de Cancillería indicaron que «Chile reafirmó su convicción que la coexistencia en un mundo sin armas nucleares es posible y que mantener la paz y la seguridad internacional sin recurrir a la disuasión nuclear es, además de un imperativo ético, una meta alcanzable y en consonancia con el sistema internacional de protección de los derechos humanos».

En su discurso de cierre, el enviado especial del Ministerio, embajador Alfredo Labbé, puso de relieve el rol de la sociedad civil, indicando que ellos «han provisto el compás moral para los Estados acá reunidos y Chile les rinde un homenaje», y destacó la legitimidad política y jurídica del texto del Tratado que fue adoptado por una votación de 122 votos a favor, 1 en contra y una abstención.