Antes del partido en el estadio del Spartak entre Rusia y Portugal, se produjo un momento muy emotivo; esto, cuando Cristiano Ronaldo saltó a la cancha de la mano de una niña de 10 años en silla de ruedas.

Polina Haeredinova, de 10 años, acompañó al crack del Real Madrid durante la ceremonia previa al choque inaugural de la segunda fecha del Grupo A de la Copa Confederaciones.

La pequeña, que estaba feliz, dijo al sitio de la FIFA que «no esperaba que fuese una experiencia tan grata. Cristiano fue genial. Me dio su abrigo y me dio un beso de la suerte. Nunca he experimentado algo como esto en mi vida».