Abrazos al compás de la música, caricias y canciones al oído, son parte de las acciones que las madres del jardín infantil «Los Pinitos» de Viña del Mar realizan junto a sus hijos en el marco del taller de biodanza, con el objetivo de fortalecer los vínculos afectivos y  potenciar en ellos el autoestima y el apego seguro.

El desarrollo emocional es parte importante de todo proceso de aprendizaje y eso lo saben muy bien los equipos educativos de los jardines que la Junji Valparaíso administra en la región, es por este motivo que a diario desarrollan acciones que contribuyan al desarrollo intelectual de los niños y niñas, y fundamentalmente que éstas se concreten en ambientes de amor, armonía y con un fuerte componente lúdico.

En el jardín infantil «Los Pinitos», de Reñaca Alto, el taller de biodanza se comenzó a desarrollar este año, en una de las tres salas cuna que posee el establecimiento, beneficiando a un total de 20 niños. Para la directora del establecimiento, Marcela Sim, «la práctica no sólo ha permitido el fortalecimiento de los vínculos afectivos, sino que también “mejorar el estado anímico de los párvulos, la expresión espontánea de sus sentimientos y emociones, la disminución de los niveles de estrés y la relajación entre madres e hijos”.

La directora regional de Junji Valparaíso, Carolina Morales, indicó que “como institución nos llena de orgullo que nuestros equipos educativos realicen un trabajo que favorezca el desarrollo integral de los niños y niñas, y que el respeto por sus sentimientos, el apego con sus familias y el brindarles un espacio armónico y amoroso para su desarrollo sean componentes fundamentales dentro de sus prácticas educativas. Nuestra prioridad es que los párvulos crezcan felices, seguros y confiados”.