La esperada lluvia llegó a gran parte del país y junto con ella, las tradicionales inundaciones de calles, atochamientos y accidentes de tránsito, es por eso que los expertos recomiendan extremar medidas preventivas, sobre todo mientras se conduce.

Para Alejandro Bianchi, jefe de las carreras del área Prevención de Riesgos de Santo Tomás Concepción, lo primero que deben considerar y recordar los conductores es que “con la lluvia, el agua caída se mezcla con residuos de aceite, polvo y hasta con hojas de los árboles, por lo tanto la ruta se vuelve muy resbalosa y eso puede traer como consecuencia un aumento en la accidentabilidad”.

En este sentido, agrega que el manejo a la defensiva y a una velocidad prudente es fundamental, ya que la capacidad de reacción cambia y el móvil se comporta de una manera diferente. “En condiciones normales, la distancia que recorre un auto que circula a 60 kilómetros por hora, desde que el conductor frena hasta que el éste se detiene, son aproximadamente 24 metros. Eso varía a 60 metros o más si ocurre sobre pavimento mojado”, explica Bianchi.

Revisiones

Tan importante como el manejo a la defensiva es mantener los vehículos en buenas condiciones. La revisión periódica de luces, aire en los neumáticos, limpiaparabrisas e incluso los niveles de aceite y bencina pueden hacer la diferencia en el camino. Pese a que todos debiéramos incorporar esto como parte de una adecuada cultura vial, pocos son los que realmente lo ponen en práctica.

El uso de cada uno de estos elementos facilitará el desplazamiento en condiciones climáticas adversas. Por ejemplo, frente a una lluvia muy intensa, las plumillas del limpiaparabrisas deben activarse al máximo, de manera que puedan mejorar la visibilidad del conductor.

“Deben utilizarse las luces bajas durante la conducción, ya que permite a los otros conductores verlo con mayor claridad, tanto en la lluvia como en la niebla, y el uso de interruptores o luces de freno para cada maniobra”, puntualiza el docente de Santo Tomás.

Finalmente, Bianchi enfatiza en la necesidad de ser respetuosos con los peatones, ciclistas y motoristas, quienes se ven más expuestos al tráfico con lluvia.