Uno de los terremotos más destructivos de las próximas décadas podría tener lugar en las proximidades de la capital de Chile, Santiago, con una magnitud mínima estimada de 8,3 puntos Mw según un estudio de un equipo de científicos chilenos y franceses publicado en la revista Earth and Planetary Science Letters.

Emile Klein de la Universidad de Estrasburgo, Francia, y sus colegas llegaron a la conclusión de que la próxima liberación de una gran parte de esta energía podría ocurrir pronto en las afueras de Santiago. Al analizar los efectos del fuerte terremoto con una magnitud de 8,4 grados en la escala de MMS, que se produjo en las proximidades de la ciudad chilena de Illapel en septiembre de 2015, los científicos descubrieron una regularidad alarmante.

Resultó que prácticamente en todas las regiones de la parte central de Chile, los temblores grandes se producían con una frecuencia de alrededor de 60-80 años. Por ejemplo, un fuerte terremoto con una magnitud de más 8 grados sacudió Illapel en 1880 y 1943, y las regiones al sur de la ciudad sufrieron potentes sismos con una frecuencia similar.

El problema es que en esta zona hay un tramo de unos 300 kilómetros donde no se han producido terremotos durante más de un siglo, pero unos sismos relativamente débiles de 6-7 grados se suceden prácticamente todos los meses. Hay un peligro real de que esta tensión acumulada se libere pronto. Los científicos estiman que la fuerza del terremoto será de al menos 8,3 grados en la escala de MMS.

En general, según los geólogos, la probabilidad de un fuerte terremoto en los alrededores de Santiago este año es 2-3 veces mayor de lo normal, se trata de un 3%. Si esto sucede, el epicentro estará en Valparaíso, a 100 kilómetros de la capital chilena.

El terremoto más poderoso de la historia de la humanidad con una magnitud de 9,5 se produjo en 1960, 570 kilómetros al sur de Santiago, recuerda Jacobson.