Luego que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ordenara a su Ejéricito lanzar 59 misiles contra una base militar de Siria, hecho que dejó nueve personas fallecidas y nueve naves caídas tras el impacto de 23 misiles que dieron en objetivos, los grandes líderes mundiales se pronunciaron frente al hecho.

En primer lugar, por parte de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) indicaron que el ataque norteamericano fue «una respuesta proporcional al ataque químico» lanzado presuntamente por Siria el martes 4 y que dejara 86 personas fallecidas. Estas declaraciones fueron respaldadas por España, Alemania, Francia y Jordania, entre otros países.

La canciller alemana, Angela Merkel, sostuvo que el ataque de Estados Unidos fue «comprensible», ya que consideró que lo ocurrido el martes en Idlib fue un «crimen de guerra y necesitaba algún tipo de respuesta». Por ello, la líder germana dijo que era «necesario que se inicie el dialogo y la discusión política para solucionar conflicto».

En tanto, Françoise Holland, presidente de Francia, señaló que «esta operación fue una respuesta y busca imponer sanciones a presidente de Siria, Bashar al-Ásad, por este drama que viven». Junto a ello, aseguró que lo ocurrido es «una posibilidad para abrir una conversación y buscar soluciones para este conflicto en Siria».

Desde la Cancillería rusa ya adelantaron que reforzarán a la Fuerza Aérea siria y su capacidad de defensa, por lo que el ministro de Asuntos Exteriores, Serguéi Lavrov, dijo que «lo hecho fue un error», desmintiendo así que el ataque químico fuera ejecutado por el gobierno sirio.

«Este fue un pretexto inventado que nos recuerda a lo ocurrido el 2003, cuando Estados Unidos, Gran Bretaña y otros países invadieron Irak sin el mandato respectivo de la ONU. Lo ocurrido fue una gran violación a la ley internacional. Al menos antes presentaron evidencias, pero ahora ni siquiera se molestaron en eso», expuso Lavrov.

Por último, la vocera de Asuntos Exteriores de Rusia, María Zajárova, indicó que «Estados Unidos mostró su fuerza y no es primera vez que se escoge una opción tan irresponsable que amenaza la paz internacional». Por ello, tildó como «una grandísima violación a la ley internacional» lo ocurrido, situación que -a su juicio- «no puede ser justificada».