Retener los sedimentos que bajan por las quebradas de la parte alta de Forestal, que terminaban en el estanque del sector y en el centro de la ciudad, es el principal objetivo que cumplirá el nuevo tranque desarenador que se encuentra en su etapa final de construcción y que, además, evitará el embancamiento del citado espejo de agua.

Así lo destacaron durante una inspección a las faenas que se ejecutan a 300 metros del tranque Forestal, en la parte posterior de la cancha de fútbol del Complejo Deportivo, Jonathan Araya Olivares.

El seremi de Obras Públicas, Miguel Saavedra, explicó que “el objetivo es retener este material que baja por la quebrada Potrerillos que alimenta gran parte de la cuenca de Viña del Mar y que hoy además tiene una mayor relevancia debido al incendio forestal de marzo, en que los terrenos tienen déficit de vegetación y por tanto escurrirá más agua y más sedimentos”.

Por su parte, la alcaldesa Virginia Reginato planteó que «estamos preparándonos para el invierno y esta nueva infraestructura será de gran importancia para evitar que al tranque Forestal ingresen sedimentos que lo embanquen, enturbien el agua y empañen su valor paisajístico que tanto costó recuperar».

La obra es parte del trabajo que desarrolla el Municipio en conjunto con el Ministerio de Obras Públicas (MOP) y es ejecutada por la Dirección de Obras Hidraúlicas, que está interviniendo la quebrada Potrerillos con una inversión del orden de los $115 millones, la cual incluye la construcción de un muro de contención y la excavación de 4 mil metros de material para formar la cubeta.

Con este nuevo tranque desarenador, Viña del Mar cuenta con 13 estructuras de estas características, permitiendo una capacidad de almacenamiento de 30 mil metros cúbicos, captar los sedimentos y evitar que éstos bajen al plan, con el riesgo potencial de colapsar los ductos y cauces e inundar la ciudad.