El ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés, agradeció a los diputados y senadores que respaldaron la propuesta de reajuste del sector público, que quedó en condiciones de transformarse en ley tras recibir el respaldo mayoritario de ambas cámaras del Congreso. “Este es un proyecto de ley difícil para todos, nos gustaría tener reajustes mayores pero también tenemos otras prioridades como país. La educación, la salud, son muy importantes y el presupuesto también gasta en eso. Además los funcionarios públicos han tenido en los últimos años otras leyes que han ido mejorando también sus condiciones y por lo tanto tenemos que balancear aquí distintas necesidades con los recursos que tenemos”, comentó el ministro.

Acompañado por los ministros de Interior, Mario Fernández; Secretario General de la Presidencia, Nicolás Eyzaguirre; y Secretario General de Gobierno, Marcelo Díaz; Valdés llamó a los trabajadores del sector público a volver a trabajar normalmente mañana. “Esto ya ha sido aprobado y creo que es muy importante que el sector público funcione y que funcione bien porque nos debemos a la ciudadanía”, enfatizó.

La iniciativa aprobada tiene un costo de $567 mil millones, considera un alza de 3,2% en las remuneraciones generales, congelamiento de rentas de autoridades y de quienes perciben salarios sobre $4,4 millones, dos tramos de bonos especiales y el compromiso de un bono de $15 mil para mitigar el impacto en el poder adquisitivo de quienes reciban el reajuste en caso que el IPC a noviembre sea “anormalmente alto”. Valdés admitió que para algunos parlamentarios “fue difícil votar, individualmente incluso era más fácil votar en contra, pero hubo muchos que tuvieron la convicción republicana de que era mejor votar porque era importante normalizar el tema de la relación del Estado con las personas”.

Tras recordar que el gobierno sostuvo doce reuniones de negociación con la Mesa del Sector Público, y luego una segunda ronda tras el rechazo del veto, el ministro precisó que la diferencia de recursos entre lo que se aprobó y lo que la Mesa pedía alcanzaba para aumentar prácticamente en 15% más las pensiones básicas solidarias. “No estoy seguro que de haber tenido más recursos hubiesen sido para el reajuste. Quizás habría sido para las pensiones, para el Sename o para salud. Hoy estamos en un momento en que tenemos muchas necesidades, la competencia por recursos hace patente que cada peso que tiene el Fisco tiene que tener mucho cuidado dónde lo pone”, afirmó.

Sobre el proceso que condujo a este resultado, el titular de Hacienda dijo que “todos tenemos responsabilidades cuando estas cosas no cuajan bien” y dijo que sacará sus “propias lecciones, como todos en la vida aprendemos de los tropezones”. Pero enfatizó que “lo importante es que hoy día estamos, tenemos reajuste y tenemos bonos para más personas y espero que tengamos normalidad en el curso de las próximas horas”.

En la intervención en la Sala del senado, el ministro dijo que era “injusto” decir que el gobierno no había mejorado la situación de los trabajadores del sector público, ya que existen 36 leyes vigentes aprobadas desde 2014 que van en directo beneficio de distintos sectores, que al 2017 suman gasto por $700 millones, un monto mayor al que considera el reajuste. A modo de ejemplo de este tipo de iniciativas, citó la ley especial del Registro Civil que elevará sus remuneraciones en 4,8% real adicional al reajuste; los servicios de Salud tienen leyes próximas a promulgarse que implican aumentos de 6% en sus rentas y el Servicio Agrícola y Ganadero tuvo un alza de 8,3% real, que se suman a las horas no lectivas de los profesores y a una serie “de incentivos al retiro que cualquier chileno querría”. Añadió que cuando se escuchan críticas “de que el Estado es pésimo empleador, quiero decir que estamos haciendo esfuerzos muy significativos con recursos de todos, que se notan en el presupuesto”.