Menos de una semana después de convertirse en el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump anunció este domingo que deportará de inmediato hasta tres millones de inmigrantes ilegales y designó como jefe de Gabinete de su gobierno al presidente del Partido Republicano, Reince Priebus.

En una entrevista con el programa «60 Minutes», de la cadena CBS, Trump no dio detalles ni plazos para las deportaciones, pero dejó claro que las expulsiones estarán dentro de sus primeras medidas.

«Lo que haremos es sacar del país o encarcelar a las personas que son criminales o que tienen antecedentes criminales, miembros de pandillas, narcotraficantes; son, probablemente, dos millones; podrían ser inclusive hasta tres millones», adelantó el presidente electo.

El anuncio de las deportaciones hecho por Trump provocó una reacción inmediata en México, donde el delegado del Instituto Nacional de Migración en el estado fronterizo Baja California, Rodulfo Figueroa, llamó a sus compatriotas a que eviten entrar en pánico.

Figueroa destacó que «el muro existe en Baja California desde hace años» y que el asunto de las deportaciones «tampoco es nuevo». En los ocho años de gobierno de Barack Obama, más de 2,7 millones de inmigrantes indocumentados fueron deportados de Estados Unidos.

«Nosotros no debemos preocuparnos más de lo que sea necesario; los mexicanos que regresen a México no serán deportados en la forma que se ha dicho, no hay manera práctica de hacerlo», agregó.

Durante la campaña electoral, Trump había prometido deportar a todos los inmigrantes que viven sin documentos en el territorio, que son unos 11 o 12 millones, la mayoría oriundos de América latina.

Sobre los nueve millones de inmigrantes sin papeles que no serían deportados de inmediato, Trump evitó dar una respuesta concreta.

«Después de que la frontera sea segura y después de que todo se normalice, vamos a tomar una decisión sobre esa gente», explicó el presidente electo en la entrevista.

Apenas unas horas antes de que se conociera la entrevista al mandatario electo, el presidente de la Cámara de Representantes, el más moderado dirigente republicano Paul Ryan, había dicho que no estaban «planeando crear una fuerza de deportación».

Con respecto al muro que había prometido construir en la frontera con México, Trump matizó su propuesta y dijo que puede ser en parte paredes y en parte vallas, algo no muy diferente de lo que existe hoy en el sur de Estados Unidos.