La foto de Omran Daqneesh, un niño de cinco años con la cara cubierta de sangre y polvo, sentado en la parte trasera de una ambulancia tras resultar herido en un bombardeo en la ciudad de Alepo, se convirtió hoy en una nueva imagen del horror de la guerra en Siria.

La imagen, que se viralizó rápidamente en Internet, el niño aparece con pantalón y camiseta corta, sentado en el asiento naranja de la ambulancia, y mirando desconcertado a su alrededor, antes de tocarse la zona herida y observar con sorpresa su mano, que restriega contra el asiento para limpiarse la sangre.

A la ambulancia llegan después otro niño, una niña y un hombre, rescatados de las mismas viviendas en Qaterji.

El corresponsal en Medio Oriente del diario británico The Telegraph, Raf Sánchez, uno de los primeros periodistas que difundió la foto del pequeño Omran en Twitter, afirmó que los padres del niño sobrevivieron al ataque, aunque resultaron heridos.