Con la participación del Directorio en pleno, socios, amigos y la asistencia de la Notaría Farren, actuando como Ministro de Fe, el Club de Pesca y Caza de Viña del Mar se constituyó en su sede social, avenida Marina N° 37, donde según cuentan sus integrantes, a través de un comunicado público, se pudo constatar de delicados y escabrosos hechos.

Según cuentan los miembros de la agrupación, la sede del Club, después de haber sido injustamente clausurada en abril de 2015, por realizar actividades sociales de beneficio, fue abandonada por completo por la municipalidad y sus organismos fiscalizadores y de inspección.

La clausura ha generado un abandono tal que ahora entregada como botín a drogadictos, alcohólicos e indigentes quienes estaban habitando el recinto con camas y otros enseres, por lo que el estado de la sede presenta deterioros ocasionados en forma premeditada, con uso de implementos como hachas, barrotes y elementos contundentes de destrucción, con daños irreparables.

Fernando Moraga Alvarez, presidente del Club de Pesca y Caza Viña del Mar, describió que “los servicios básicos como energía eléctrica han sido desbaratados; respecto del agua potable esta está rota en diversos puntos desde hace 15 meses, lo que se avisó al municipio sin que hasta hoy se hayan tomado medidas para palear dicho desastre ecológico, máxime cuando hay sequía”.

Según los afectados, “No se debe dejar de soslayo que este es un bien de uso fiscal y público, bajo la tutela municipal, por ende corresponde al municipio su resguardo y conservación, lo que ha sido imprudentemente ignorado”.

“ Al impedírsenos ingresar al Club, por 15 meses, se nos ha impedido hacernos cargo de nuestros enseres, máxime cuando en septiembre pasado saquearon la sede con daños sobre los $20.000.000 y aunque el municipio fue informado oportunamente, nada ha hecho al respecto”., destacaron los afectados.

Por todas estas razones, los integrantes del Club de Pesca y Caza Viña del Mar tomaron la decisión de iniciar una campaña para recuperar la sede, la cual mantiene en comodato por un tiempo indefinido de 99 años, para lo cual procedieron a cerrar el recinto el cual se encontraba abierto sin protección o fiscalización alguna.

Además en los próximos días iniciaran las acciones legales que permitan restablecer el derecho y la justicia.

“Informamos a la comunidad que nuestra cruzada recién comienza y no permitiremos que el lugar sea privatizado como aspira la autoridad comunal con la complicidad silente y pasiva de quienes deben velar como fiscalizadores de sus acciones.  Solicitamos el apoyo y la solidaridad ciudadana y comunal”, puntualizaron los vecinos de Viña del Mar.