En el Patio Las Camelias del Palacio de la Moneda, la Presidenta de la República, Michelle Bachelet, junto a la ministra de Educación, Adriana Delpiano, firmó la promulgación de la Ley que crea 15 Centros de Formación Técnica Estatales.

El objetivo de esta iniciativa es generar una oferta pública para la formación de técnicos de alta calificación, que represente una opción de valor en los territorios en los cuales se emplazará, considerando la estrategia de desarrollo y productiva de cada región, la oferta de formación de técnicos existentes, las demandas de las empresas, las necesidades de estudiantes, trabajadores y trabajadoras y los emprendimientos del entorno productivo y social.

Al respecto, la Mandataria aseveró que “con la creación por ley de 15 Centros de Formación Técnica Estatales a lo largo del país, uno en cada región, estamos cumpliendo  con  la tónica de este Gobierno, que es cumplir con un compromiso que asumimos ante la ciudadanía.  Pero, ante todo, es un logro compartido”.

Asimismo, afirmó que “la Ley que hoy día promulgamos se basa en la certeza que la descentralización no puede seguir esperando y que es posible conseguir un desarrollo más integral en cada una de nuestras regiones”.

Destacando el objetivo de la iniciativa, la Jefa de Estado subrayó que “lo que hace es orientar los talentos y las capacidades de cada territorio a sus propias necesidades productivas y sociales. Es decir, pone al servicio de las regiones una herramienta que responde a esos desafíos”.

En la misma línea, señaló que “con mayor razón hoy tenemos que poner en valor y apostar por una educación técnica de calidad, que contemple y se adapte a los requerimientos de nuestro país.  Con esto también, abrimos nuevas posibilidades de empleo, dinamizamos nuestra economía de manera equitativa. Y hoy día, con la promulgación de esta Ley también estamos dando un paso muy importante en esta dirección”.

“Y ya es posible ver cómo emerge esta nueva mirada en la educación” indicó la Presidenta. Añadiendo que “ya es posible ver que sus frutos son promisorios, con hechos tan concretos como la gratuidad, el fin al lucro y la selección, las mejoras en las condiciones laborales de los profesores y con establecimientos que vuelven a ser motivo de orgullo nacional”.

Al finalizar su discurso, expresó que “con esta Ley empezamos a pagar una deuda que el Estado mantenía con la educación técnico-superior. Estamos asumiendo el desafío de llevarla a todos los rincones de Chile, para que se constituya en una alternativa real, de calidad, para que los jóvenes –sea cual sea la región donde vivan- puedan cumplir sus sueños y sus metas”.