Cada mañana, a eso de las 08:30 horas, los internos de los nueve recintos penales existentes en la región de Valparaíso son desencerrados. Minutos más tarde cerca de dos mil de ellos se dirigen hasta alguno de los doce liceos o escuelas que funcionan en dichas unidades y que llevan adelante el programa de nivelación de estudios.

De esta manera, poco más 42 por ciento de las personas privadas de libertad asisten a clases en la modalidad científico humanista o técnico profesional. Tan solo en el Complejo Penitenciario de Valparaíso, al día lunes 07 de marzo, estaban matriculados 1078 reclusos, cifra que aumentará, toda vez que el proceso de matrículas continúa hasta fines de mes.

Uno de estos alumnos, Mauricio Paris, llegó hasta octavo básico estando en libertad, sin embargo, en la actualidad ya se encuentra cursando tercero medio y, además, es parte del taller de gastronomía de la Escuela Juan Luis Vives. Con sus 58 años el recluso del módulo 101 confiesa que la educación la ha dado las herramientas para poder cambiar una vez en libertad.

“Esto ha sido muy bonito porque son cosas que en la calle no había aprendido y nos permite que nos podamos integrar a la sociedad. Mi sueño es juntar el dinero con mi familia para instalarme con una amasandería y repostería, y demostrar a la sociedad que hemos aprendido, que se puede cambiar”.

Inicio de clases

En la ceremonia de inauguración del año escolar, efectuada esta mañana, el jefe de la unidad porteña, coronel Tito Barriga, afirmó que: “Esta es una de las tantas instancias que entrega Gendarmería para la reinserción social de los internos. Como ciudadanos es importante que ellos también tengan la posibilidad, a través del sistema educacional, de desarrollarse y adquirir nuevos conocimientos”.

En la actualidad son tres los establecimientos que funcionan en el Complejo de Valparaíso y una de ellos, la escuela municipal E-508, educa a los internos que poseen un mediano y alto compromiso delictual

El director de esta Escuela, Gilberto Soto, sostuvo que: “Atendemos los módulos de alta complejidad. Aquí lo principal es el perfil del profesor. Es fundamental la llegada que tenga el profesor hacia el alumno, para luego recién poder entrar al sistema educativo formal propiamente tal”.