El director regional del Servicio Nacional de Menores, Esteban Elórtegui, presentó este mediodía una querella en el Juzgado de Garantía de Valparaíso, contra quienes resulten responsables en el caso de la red de pedofilia descubierta por la Policía de Investigaciones hace uno días, en el marco de la Operación Cascabel.

El trabajo policial, que incluyó allanamientos masivos en domicilios de las comunas de Viña del Mar, Valparaíso, Quilpué y Villa Alemana, permitió a los detectives de la PDI detener a cuatro sujetos por el delito de pornografía infantil.

Justamente una de estas personas detenidas era un ingeniero en Informática y Redes que cumplía labores en el Centro Semicerrado de Limache del Servicio Nacional de Menores (más conocido como Lihuén), quien fue inmediatamente destituido y contra quien se inició un sumario para perseguir su responsabilidad.

Así lo explicó hoy el director regional de Sename:

Este sujeto ha sido destituido inmediatamente. Hemos instruido un sumario que pueda perseguir su responsabilidad administrativa y que no vuelva a trabajar en servicio público, así mismo pueda despejar todo manto de dudas que se pueda cernir sobre su actuación durante la permanencia en el servicio. En Sename no habrá espacio ni cabida para estos sujetos que violentan a los niños, niñas y adolescentes.

Respecto a la querella, Elórtegui explicó:

Estamos interponiendo una querella, que busca la responsabilidad penal de este individuo, así como de todos los que resulten responsables de esta red de pornografía infantil. Es importante señalar que este funcionario trabajaba en un centro privativo de libertad, en un contexto de un Centro de Justicia Juvenil, donde estaban jóvenes con responsabilidad penal adolescente, entre 14 y 18 años, así como también mayores de edad. Es importante aclarar, que aquí no hay niños, niñas y adolescentes comprometidos que estén o hayan pasado por Sename, sino que se trata de la vida privada del sujeto.

Cabe recordar que el operativo “Cascabel” logró establecer la existencia de más de 5.700 fotografías y 516 videos con pornografía infantil, que según fuentes policiales destacan por su alto contenido de agresividad sexual contra lactantes.