Cinco pingüinos del zoológico de Odense en Dinamarca, trataron de fugarse de la manera más ordenada y discreta posible; sin embargo, se les olvidó un pequeño detalle que frustró su escape: las huellas de sus patas en el suelo helado.

Al darse cuenta de esto, la entrenadora comenzó a filmar con su celular mientras seguía el camino de huellas hasta encontrar a los pillos, quienes al darse cuenta de la presencia de la entrenadora, dieron la vuelta de regreso al sitio de donde venían.