Sólo la experiencia de los fiscalizadores del Servicio Nacional de Aduanas permitió desbaratar un millonario contrabando de cigarrillos, el cual estaba camuflado dentro de un cargamento de vinos finos que venía en un camión desde Mendoza con destino al puerto de San Antonio.

El chofer de nacionalidad argentina, identificado como R.F.O., se presentó con su vehículo a control en el complejo fronterizo Los Libertadores, donde un equipo de funcionarios de la Aduana de Los Andes comenzó a realizar la revisión de rutina.

Cuando estaban verificando los sellos aduaneros, se percataron que los cierres metálicos del contenedor de 40 pies habían sido manipulados e intervenidos para alterar la carga. Al revisar con más detalle, descubrieron que además de las cajas de vinos declaradas había decenas de pacas de cigarrillos.

Este antecedente fue suficiente para decidir bajar el vehículo hasta el Puerto Terrestre de Los Andes (PTLA), con la custodia de la Policía de Investigaciones, donde un aforo completo dejó en evidencia la magnitud del contrabando: se contabilizaron en total de 12.052 cartones de cigarros de las marcas Pall Mall y Blue Point, equivalentes a 120.520 cajetillas.

La mercancía decomisada fue valorizada en $232.121.520, estimándose además un eventual perjuicio fiscal por conceptos de impuestos equivalente a $278.206.868. Con estos antecedentes, el Servicio Nacional de Aduanas presentó la querella correspondiente por el delito de contrabando aduaneros previsto en el Artículo 168 de la Ordenanza de Aduanas, solicitando una pena de 5 años de presidio menor para el sospechoso argentino y una multa equivalente a 5 veces el valor de las mercancías, es decir, más de $1.160 millones.