Un gran contingente de seguridad resguardará a los cientos de hinchas chilenos que estarán en el estadio Centenario de Montevideo para presenciar el duelo entre la «Roja» y Uruguay. Y es que el último juego entre ambas selecciones dejó los ánimos bastante crispados, principalmente entre los charrúas que no perdonaron lo hecho por Gonzalo Jara a Edinson Cavani y la -a su juicio- mala actuación del árbitro Sandro Ricci durante el partido de cuartos de final de la Copa América.

Bajo este contexto, el Ministerio del Interior uruguayo exigió una serie de medidas como la presencia de la Policía de Montevideo en las afueras del recinto y un importante número de funcionarios de la Guardia Republicana al interior del reducto deportivo. Además, se le exigió a la Federación Uruguaya de Fútbol la contratación de guardias privados, los que estarán identificados con sus respectivos chalecos naranjas. Por su parte, los nacionales serán escoltados por los uniformados.

Y justamente la Guardia Republicana será la que resguardará a la «Marea Roja». Para ello, los efectivos policiales bordearán a la hinchada chilena, para evitar altercados con los charrúas. Junto a esta medida, quedó inhabilitada la platea América, situada justamente debajo de la ubicación de los nacionales. Una vez finalizado el encuentro, los fanáticos del campeón de América deberán permanecer en el estadio hasta que la policía autorice la salida, algo que se aplica en todos los estadios de nuestro país.

Los chilenos que vayan al Centenario podrán portar banderas que no superen los 2×1 metros, igualmente podrán llevar refrescos de hasta 600 milímetros. Las mochilas y carteras grandes estarán prohibidas. De la misma manera que los papeles picados, rollos de papel, bombas de humo, ruido ni bengalas.