La Empresa Nacional del Petróleo (ENAP) obtuvo al 30 de septiembre de 2015 utilidades por US$ 240 millones y un EBITDA de US$ 665 millones, cifras que se comparan positivamente con los US$ 100 millones y US$ 468 millones, respectivamente, obtenidos al 30 de septiembre de 2014.

El patrimonio de ENAP alcanzó los US$ 788 millones al 30 de septiembre de 2015, incrementándose en US$ 244 millones (44%) respecto del mismo período del año anterior, y en US$ 705 millones respecto a los US$ 83 millones del 2012.

Estos buenos resultados se logran en un entorno extremadamente volátil de los precios de los hidrocarburos y su explicación tiene origen en una mejora substancial en el margen internacional de refinación de 6 US$/barril respecto de igual período del año anterior, lo que influyó directamente en el resultado de la Línea de Negocio de Refinación y Comercialización (R&C), a lo que se suma una optimización en la gestión de compras de crudo.

A lo anterior se agrega una mayor eficiencia en el manejo de los costos de la compañía, principalmente en lo relativo al uso de la energía, siendo éste un insumo clave en la estructura de costos y de las operaciones de la petrolera estatal.

En el resultado destaca de manera relevante la Política de Coberturas de Crudos que tiene ENAP, la cual ha permitido sortear con éxito y sin efectos en los Estados Financieros de la empresa, la volatilidad del mercado de precios de crudo, especialmente la baja producida en el 2014, en comparación con los precios promedios del 2014.

El Gerente General de ENAP, Marcelo Tokman, señaló que “los resultados de ENAP al tercer trimestre de 2015 confirman que hemos sido capaces de mejorar la gestión, estabilizando financieramente a la empresa en comparación con los años anteriores”.

Tokman agregó que “estos resultados son el fruto de contar con una carta de navegación clara, fijada en nuestro Plan Estratégico, el que apunta a fortalecer a ENAP y proyectarla hacia el futuro como una empresa eficiente y financieramente sustentable. Hoy estamos ejecutando un plan de inversiones histórico, que considera una serie de proyectos emblemáticos no sólo para la empresa, sino que para el desarrollo energético del país, como por ejemplo el desarrollo del gas no convencional en el Bloque Arenal en Magallanes, la construcción de Cerro Pabellón, la primera central de geotermia en Sudamérica, en la Región de Antofagasta, la cogeneradora en Concón y el ingreso al mercado de la generación eléctrica”.