Como una “señal de austeridad”, calificó el ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés, la firma del protocolo de acuerdo suscrito entre el Gobierno y el Congreso para congelar las dietas de las principales autoridades a partir del 1 de diciembre de este año.

Así lo informó esta mañana el jefe de las finanzas públicas junto a los presidentes del Senado y la Cámara de Diputados, Patricio Walker y Marco Antonio Núñez, respectivamente. También estuvo presente el senador e integrante de la Comisión de Hacienda de la Cámara Alta, Carlos Montes.

El titular de Hacienda explicó que el documento considera dos puntos. “Primero, como medida inmediata, queremos acordar que el reajuste de remuneraciones de los trabajadores del sector público, que se defina a contar del 1 de diciembre de este año, no va a regir para los más altos cargos del Estado”, dijo.

En este sentido, Rodrigo Valdés manifestó que “esto incluye a la Presidenta de la República, a los ministros de Estado, a los subsecretarios, a los intendentes regionales, ni se aplicará (el reajuste) tampoco a las dietas de los senadores y diputados. Por lo tanto, esto significa que todas estas autoridades van a mantener constantes sus remuneraciones en términos nominales, al menos hasta el mes de noviembre del 2016”.

Como segundo punto del protocolo, el secretario de Estado sostuvo que “queremos buscar una solución permanente a este tema y conformar una comisión con representantes del Senado, de la Cámara y del Ministerio de Hacienda para revisar el sistema actual que tenemos de reajustes, de dietas y los criterios para su determinación”.

Agregó que dicha instancia “también va a trabajar junto con la comisión que existe hoy de Asignaciones Parlamentarias, que nos va a ayudar en este proceso. Queremos darle cuatro meses a esta comisión para presentar sus propuestas”.

Con todo, el ministro Valdés expresó que “esto es un signo concreto en que el tema de la austeridad, de las reglas, cómo se determinan distintas cosas en el sector público importan. Queremos agradecer la buena disposición que han tenido tanto el Senado como la Cámara”.

La autoridad recordó que en el consejo de gabinete realizado en julio en el Estadio San Jorge, la Presidenta Michelle Bachelet instruyó la elaboración de medidas encaminadas hacia una mayor austeridad en las decisiones de gasto y específicamente solicitó evaluar fórmulas para que las autoridades del Estado limiten su reajuste al menos a la meta de la inflación establecida por el Banco Central de 3% anual.

Valdés también recordó que en las respectivas cuentas públicas de los presidentes del Senado y la Cámara, solicitaron al Ejecutivo el congelamiento de las dietas parlamentarias como un gesto concreto de austeridad.

Consultado respecto a cuánto se ahorra el Fisco con esta medida, el ministro manifestó que “va a depender al final del día en cuánto termine siendo el reajuste del sector público y en caso particular de las altas autoridades va a depender cuánto sea la inflación. Lo que está pasando acá es que el salario real está cayendo en lo que aumenta la inflación y eso no se va a recuperar en el caso de las autoridades más altas del Estado”.

El titular de Hacienda recordó que en general, “Chile pasa por un momento en que la disponibilidad de recursos que tiene el fisco es menor de lo que estábamos acostumbrados por dos razones: primero, una razón obvia en términos de los ingresos el precio del cobre es mucho más bajo que en el pasado”.

Asimismo, agregó que “el crecimiento de la economía ha sido bastante menor de lo que se proyectaba y eso tiene como correlato menos ingreso para el Estado. Si uno como cualquier familia tiene ingresos que crecen menos, tiene que hacer elecciones de cómo uno se va restando ese ingreso”.

Mencionó también que “hemos tenido una acumulación de calamidades en Chile que han sido lamentables en vidas humanas, pero también han significado muchos gastos. Eso requiere ir priorizando distintos gastos y este es un ejemplo práctico. En momentos en que los recursos son más escasos tenemos que tener particular cuidado en no hacer ningún cambio de salarios al alza en la parte más alta del Estado”.