Claridad sobre la ubicación de las víctimas, el imputado, las distancias y la ubicación final de los cuerpos, proporcionó la diligencia de reconstitución de escena que dirigió la Fiscalía por el doble homicidio de Valparaíso.

La actividad fue encabezada por la fiscal Mónica Arancibia, quien coordinó el trabajo de personal de la PDI, Carabineros y Gendarmería que trabajaron en el sitio del suceso, ubicado a un costado de Plaza Victoria.

La primera fase consistió en recoger en terreno la versión del imputado, Giussepe Briganti, quien llegó en un carro de Gendarmería y estuvo fuertemente custodiado por efectivos de esa institución, mientras él indicaba a la fiscal qué fue lo que hizo ese 14 de mayo.

El imputado reiteró verbal y corporalmente que disparó al aire, ubicándose para ello en el dintel de la puerta de acceso, y apuntando en un ángulo de más de 45 grados con una pistola de fantasía que se le entregó para graficar la situación.

A su turno, testigos de los hechos informaron a la fiscal lo que presenciaron, algunos diálogos del imputado escuchados al momento de los hechos, y la ubicación en que quedaron los cuerpos de las víctimas, asegurando que el disparo fue directo a la muchedumbre entre la que estaban los estudiantes que recibieron la misma bala, según lo ha podido determinar la Fiscalía mediante pericias.

Finalmente, la diligencia culminó con una dinámica en movimiento realizada por detectives que se colocaron en la posición de las víctimas, gracias a la cual se pudo apreciar la secuencia que explica el orden de los impactos y el lugar en que quedaron los cuerpos.

De acuerdo con lo anterior, Borvarán, el primero en ser baleado cerca del cuello, se desplazó hacia el interior de la plaza, cayendo a un costado de la plaza de juegos. Guzmán, en tanto, recibió la bala que salió del cuerpo de Borvarán, y se desplomó en el mismo lugar. Lo anterior, dejó en evidencia que las víctimas estaban en línea recta respecto del imputado, y que uno de ellos fue el que se movió del sitio original del impacto, generando la falsa impresión de que la bala tuvo una trayectoria curva.