Hasta la vivienda ubicada en la calle Esmeralda 730 del cerro Ramaditas, Valparaíso, llegó el encargado y personal del Departamento de Medio Ambiente de la Municipalidad para realizar el retiro de los canes que se comieron a un vecino que estaba fallecido en su vivienda. La comunidad del barrio comenzó su búsqueda al percatarse que, por días no se sabía de su paradero. Sin embargo, todo terminó cuando su propio hijo lo encontró en la misma vivienda y se percató que sus propios perros se lo habían devorado.

Con horror recibió la noticia de la comunidad, quienes inmediatamente comenzaron a realizar las gestiones para encontrar una solución a tan espantosa situación. Se trataba del vecino Jorge Villar, quien sufría el Mal de Dióegenes y vivía en precarias condiciones junto a su hermano Antonio Villar y los cuatro perros que se lo devoraron. Los dirigentes acudieron al Servicio de Salud, sin embargo, no obtuvieron una respuesta favorable. Por lo tanto, el municipio, a través de la Unidad de Medio Ambiente activó un operativo para retirar los perros con el fin de trasladarlos hasta la protectora de animales Carlos Puelma Besa de Laguna Verde.

El alcalde de Valparaíso, Jorge Castro, señaló que «lo primero que hay que decir es que el municipio trabaja junto a  su personal para procurar la atención de la comunidad de Valparaíso y, en este aspecto, aún no tenemos ley de Tenencia Responsable de Mascota y todavía, la ciudad de abordar este aspecto por su municipio», enfatizó.

Con respecto a lo ocurrido en el cerro Ramaditas, el jefe comunal indicó que «lo que aquí ha pasado, es una situación de una plaga que está tipificada dentro de las atenciones que tiene que hacer la Seremi de Salud. Sin embargo, ante la nula respuesta de ese servicio, hemos tenido que salir nuevamente para atender un sector que está con bastantes problemas a  los vecinos y hemos recurrido, con la Unidad de Medio Ambiente de la Municipalidad, para realizar el retiro de los perros», destacó.