Hoy fue un día de emociones encontradas en la Intendencia Regional. Por un lado se le daba la bienvenida al nuevo intendente regional, Gabriel Aldoney, y por otro, salía Ricardo Bravo, a quien -como recordamos- la presidenta Michelle Bachelet le pidió su renuncia durante la jornada de ayer.

La ex máxima autoridad agradeció la confianza que tuvo la Presidenta de nombrarlo y mantenerlo como intendente regional, así que sólo entregó palabras de gratitud para la Mandataria.

Momento seguido habló de su gestión como intendente, donde dijo que hizo todo lo que estuvo a su alcance en lo personal y colectivo para aportarle a la región, tanto en temas de probidad, estándares distintos, organización de recursos y en otros aspectos como conectividad, financiamiento de proyectos como para la vía férrea.

Por último, dijo que su experiencia y errores servirán para que al intendente Aldoney le vaya lo mejor posible porque consideró que cuando le va bien a la máxima autoridad de la zona le va bien a la región.

Ya sin corbata y con una tenida semiformal, el ex intendente Bravo comentó que su futuro sólo estaba ligado al lado de su esposa. Además recordó que durante toda su vida se ha caracterizado por no buscar trabajo, sino que se los hace, así que dijo que verá en su momento lo que hará con su futuro.