Con un lento ingreso de los 7.606 hinchas caturros que llegaron hasta el estadio Elías Figueroa Brander de Valparaíso, Santiago Wanderers saltó al gramado del cerro Playa Ancha para intentar doblegar a Libertad de Paraguay, en lo que fue su vuelta a las copas internacionales tras 11 años sin disputar alguna competición oficial fuera de nuestro territorio nacional.

Los primeros 20 minutos de juego la atención estuvo centrada más en lo extrafutbolístico que lo que ocurría en cancha; esto, debido a que el juego desarrollado por ambos clubes fue muy trabado, salvo algunas llegadas en ambos arcos, pero lejos de provocar peligro alguno. En cambio, en las tribunas los hinchas caturros hicieron detonar una serie de petardos, lo que motivó la reconvención verbal del árbitro. El segundo inconveniente estuvo en las torres de iluminación, las que sólo se encendieron a los 23 minutos, pero volvieron a fallar posteriormente.

A los 26 minutos se gestó la primera llegada de peligro de Santiago Wanderers, luego de una buena combinación entre Ormeño, Fernández y Muñoz, siendo este último quien disparó de zurda, yéndose el balón muy cerca de la portería paraguaya. Finalizando el primer tiempo, un remate de Ronnie Fernández inquietó levemente a Torresagasti, pero así culminó la primera parte: 0 a 0.

Sin embargo el segundo tiempo comenzó con mucha acción, edificada principalmente por los locales, quienes al minuto 49, entre una serie de rebotes, el balón le queda a Jorge Ormeño, quien dispara a colocar con su pierna derecha, impactando en el poste izquierdo del portero guaraní. Momento seguido, Recalde, el volante ofensivo de Libertad, tuvo una contra que pasó muy cerca de la valla defendida por Castellón.

A los 62 minutos de juego, el referí brasileño detuvo el partido porque la hinchada local encendió un par de bengalas, las que por ley están completamente prohibidas de los recintos deportivos de nuestro país. Momento seguido conversó con el veedor del encuentro, a quien le pidió que por alto parlantes adviertan a los barristas. Posteriormente el partido continuó su rumbo, claro que con uno que otro petardo que resonaba desde las gradas.

Pasados los 75 minutos, Emiliano Astorga realizó dos cambios: Álvaro Ramos ingresaba por Carlos Muñoz y Carlos González lo hizo por Ronnie Fernández, lo que provocó una pifia de gran parte del estadio que ya a esa hora comenzaba a irritarse por el bajo nivel demostrado por el Decano; sin embargo, a los 83 minutos ingresó Bryan Cortés por Paulo Rosales, lo que terminó por colmar la paciencia de los hinchas verdes que no toleraron la decisión técnica.

Y así finalizó el deslucido encuentro, sin mayores emociones en los arcos, lo que provocó las dudas wanderinas con miras a la vuelta que se deberá jugar en suelo paraguayo.

Wanderers saltó al césped playanchino con Gabriel Castellón en el arco; la defensa se formó con Nelson Saavedra, Ezequiel Luna y Mario López; el mediocampo estuvo compuesto por Luis García, Jorge Ormeño, Andrés Robles, Óscar Opazo y Paulo Rosales; para dejar en ataque a Ronnie Fernández y Carlos Muñoz.

En tanto, Libertad salió con Torresagasti; Moreira, Benitez, Román, Mencia; Molinas, Aquino, Ortiz, González, Recalde; y Leiva.