La astronauta de la Agencia Espacial Europea (ESA) Samantha Cristoforetti mostró cómo funciona uno de los cuartos más misteriosos de la Estación Espacial Internacional: el baño. Los dos sistemas, uno para cada necesidad, funcionan en base a ventiladores para crear succión y evitar así olores y residuos flotantes. La orina luego es enviada a un compartimiento especial donde es reciclada y posteriormente convertida en agua potable.