Para realizar todo este proceso, Dean  grabó un vídeo para su chica, Jennifer, con todas y cada una de sus 365 propuestas de matrimonio. Al joven se le ve en situaciones cotidianas, como conduciendo de camino al trabajo o lavándose los dientes, mientras que sostiene un cartel en el que se lee «Jennifer, ¿quieres casarte conmigo? y la fecha a la que corresponde cada petición.

Un año fue lo que tardó Dean en realizar esta pedida, que para nada Jennifer podía esperarse que a su novio se le ocurriera esta original forma de demostrarle la intención de casarse con ella.

Para la petición final, Dean eligió la fecha del cumpleaños de su novia e involucró a toda la familia para que formaran parte de esta propuesta de matrimonio, ayudándole con excusas a preparar el momento ideal para darle el anillo a Jennifer y el vídeo que durante un año había preparado para ella.

Durante el gran día, Jennifer no podía creer lo que veía cuando Dean le mostró el vídeo que comienza así: «Jennifer, te quiero más que a nada en el mundo. Sé que eres la persona con la que quiero pasar el resto de mi vida, pero quería que este momento fuese perfecto y que te hiciera sentir especial. Durante el próximo año, te mostraré lo mucho que te quiero y que estás en mis pensamientos día tras día. ¡Quiero casarme contigo!”.

Como consiguiente, luego llegó la verdadera petición de mano con una emocionada Jennifer que se ha convertido en una de las protagonistas de una de las pedidas más románticas que se recuerdan, con un vídeo de 365 propuestas.