Para nadie es novedad que la tonicidad muscular va debilitándose con el paso de los años.  En el caso de las mujeres, la pérdida de fuerza y elasticidad en la estructura del piso pelviano (zona baja de la pelvis) es una realidad a la que se debe poner especial atención cuando se sobrepasa los 30 años de edad.

Aunque la maternidad y la llegada de la menopausia son las principales causas asociadas a este trastorno, lo cierto es que esta problemática afecta a una cantidad importante de chilenas. Entre un 3 y 6% de la población femenina local desarrollará prolapso severo en algún momento de su vida, según indica la Revista de Obstetricia y Ginecología, limitando su vida de relación y deteriorando, en la mayoría de los casos los niveles de independencia propios de una persona.

Pero, ¿sabemos realmente a qué llamamos piso pelviano y por qué su disfunción? El Dr. Carlos Bennett y la Dra. Melissa Cifuentes, especialistas en el tema, están a cargo de la “Unidad de Piso Pelviano” de Clínica Ciudad del Mar. Ambos señalan que dicha zona del cuerpo femenino está constituida por una serie de músculos y ligamentos que además de contener – al igual que un puente – los órganos de la cavidad pélvica: útero, vagina, vejiga y recto, también ayudan a la estabilidad de nuestra pelvis y columna.

“La disfunción del piso pelviano radica precisamente en esa pérdida de tensión y elasticidad del músculo, siendo el responsable de la incontinencia urinaria, prolapso genital, estitiquez e incluso la presencia de dolor en las relaciones sexuales”, señalan los especialistas. Disfunciones que en el caso del prolapso y la incontinencia urinaria afectan a un 15% y 30% respectivamente de las mujeres chilenas que llegan a la edad adulta.

Nueva unidad de tratamiento

A contar del mes de julio la Unidad de Piso Pelviano, es otra de las especialidades médicas que se suma a Clínica Ciudad del Mar, donde el propósito será tratar de manera integral las diversas patologías proclives a la mujer, con un enfoque en la prevención y educación en aspectos tan relevantes como el cuidar y activar esta zona íntima corporal.

Bajo la atención de un grupo de profesionales médicos, compuesto por ginecólogos, urólogos, kinesiólogos, matronas y coloproctólogos, es posible valorar el estado actual de la musculatura pélvica y subsanar este tipo de patologías a través de tratamientos médicos “conservadores” o bien quirúrgicos, si el diagnóstico así lo amerita.

“Hablamos de tratamientos médicos conservadores cuando nos referimos a aquellas técnicas que permiten modificar la conducta de la paciente, entre los que destacan, por ejemplo, procedimientos kinésicos y de fisioterapia con un periodo total de duración de tratamiento de algunas semanas, cuyo objetivo es el entrenamiento del músculo”, indica uno de los especialistas de esta nueva área de atención.

En el aspecto quirúrgico existen una serie de alternativas por vía vaginal o abdominal, con o sin uso de injertos o mallas, que ayudarán a las mujeres a terminar con estas dolencias, poniendo fin a estos problemas y permitiéndoles retornar a una mejor calidad de vida.

Finalmente, investigaciones indican que el sobrepeso y el sedentarismo siguen siendo los factores primarios que inciden en el desarrollo de este tipo de desórdenes internos, por lo que se recomienda llevar una vida lo más saludable posible, siempre complementada con la práctica regular de ejercicio físico.