Desde simples irritaciones en ojos y garganta hasta cuadros notorios de fatiga e insuficiencia respiratoria podrían sufrir, eventualmente, los integrantes de las selecciones de fútbol que participarán en la próxima Copa América, torneo que se disputará entre el 11 junio y el 4 de julio en nuestro país.

Ello producto de la elevada contaminación que presenta el aire de al menos cuatro de las ocho ciudades que serán sedes de dicha competencia: Santiago, Rancagua, Concepción y Temuco, en las cuales se jugarán 16 de los 26 partidos programados.

De hecho, en los últimos días las autoridades ya se han visto obligadas a decretar la correspondiente alerta ambiental en algunas de ellas, debido a la detección de altas concentraciones de  material particulado respirable, conformado en su mayor parte por dióxido de azufre, óxidos de nitrógeno, ozono y monóxido de carbono, además de compuestos orgánicos volátiles, hidrocarburos, metano y plomo, entre otros elementos.

Para el kinesiólogo Francisco Fleming Nieto, profesor de la Escuela de Kinesiología de la Universidad de Valparaíso y magíster en Fisiología del Ejercicio de la Universidad de Rennes (Francia), esta situación podría afectar de manera significativa el rendimiento de algunas estrellas dentro de la cancha.

A su juicio, el mayor problema al que se verían expuestos los jugadores de las selecciones que intervendrán en la Coa América es a un cuadro denominado hiperreactividad bronquial, que se asemeja a una crisis de asma, como respuesta a la irritación de la vía aérea a causa de los contaminantes ambientales.

“Si esto ocurre, lógicamente disminuye el rendimiento deportivo. Los jugadores más expuestos a este tipo de problemas son justamente los más activos en el campo de juego, como Messi, Sánchez o Vidal, ya que requieren mayor volumen de aire y por lo tanto, al respirar, ingresan más cantidades de material particulado a sus vías respiratorias y pulmones”, explica el especialista.

En tal sentido, Flemming precisa que existen algunos estudios que han demostrado que la exposición a cierta polución en el aire disminuye la capacidad que tiene el cuerpo humano para consumir oxígeno (VO2 max), lo que afecta de manera especial a los atletas o deportistas de alto rendimiento, incluso más que a las personas comunes.

“Sin embargo la respuesta a los contaminantes ambientales es algo individual y depende de cada sujeto, por lo que no se puede predecir con certeza una respuesta a la misma”, enfatiza el kinesiólogo de la UV.

Factor clave

Su opinión es compartida por el médico Cristian Bachelet Ramos, otorrinolaringólogo y docente de la Facultad de Medicina de la Universidad de Valparaíso, quien a su vez advierte que los jugadores e integrantes de los cuerpos técnicos de las respectivas selecciones también podrían padecer síntomas de rinitis, conjuntivitis y laringitis, además de molestias broncopulmonares, tos irritativa, sensación de ahogo, cefalea, mareos y náuseas.

“En jugadores de alto rendimiento, la capacidad aeróbica se pone al límite, de modo que estos inhalantes pueden generar un deterioro físico respiratorio importante, elevado la probabilidad de que se cansen o fatiguen con más facilidad. Esto es particularmente notorio en los deportistas de élite o que tiene una gran demanda aeróbica. Y si bien jugadores de la talla de Messi, Neymar o Sánchez tienen una gran capacidad de reserva, estas pequeñas alteraciones podrían hacer la diferencia en partidos claves de nivel profesional”, advierte el doctor Bachelet.

Debido a lo anterior y a la imposibilidad de suspender los partidos del torneo en días en que se decrete alerta ambiental o exista un alto nivel de polución del aire, el médico afirma que lo ideal sería que las selecciones busquen sitios de entrenamiento donde la calidad del aire sea mejor y preferir las primeras horas de la mañana y las últimas horas de la noche para entrenar, ya que es alrededor del mediodía y en la tarde cuando la calidad del aire es peor.

¿Cuáles son los contaminantes presentes en las sedes?

La contaminación ambiental refiere en lo básico a la presencia de gases o partículas en el aire. Los gases más habituales corresponden al monóxido de carbono, dióxido de nitrógeno, dióxido de azufre y al ozono, mientras que las partículas corresponden al denominado material particulado (MP), MP10, MP2,5 y MP0,1.

La mayor parte de ellos está presente en la actualidad en ciudades como Santiago, Rancagua, Concepción y Temuco. Incluso, también se señala la presencia de contaminantes en Antofagasta.

Los gases, específicamente el ozono y el monóxido de carbono se asocian a diversas alteraciones respiratorias. Por un lado, el ozono es un irritante que puede causar inflamación e híper respuesta de la vía aérea. Mientras que el monóxido de carbono tiene una alta afinidad por los sitios de unión del oxígeno en la sangre, impidiendo que este último se transporte adecuadamente.

El MP es una mezcla de componentes sólidos y líquidos con diferentes formas y composiciones químicas. Los 3 tipos de MP presentan un diámetro que le permite ingresar fácilmente a las vías respiratorias y afectar, por lo tanto, la salud. La exposición a largo plazo al MP ha sido asociada en diversos estudios a enfermedades cardio-respiratorias como Infartos, accidentes cerebrovasculares, aterosclerosis, bronquitis y asma, entre otras.