La OCDE rebajó las proyecciones de crecimiento de la economía chilena en 2015 como consecuencia de su alta exposición a factores externos, pero mantuvo su previsión para 2016, con porcentajes respectivos del 2,9 y del 3,7 %.

En su informe semestral de Perspectivas de noviembre, difundidas este miércoles y citados por la Agencia EFE, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) había apuntado que la subida del Producto Interior Bruto (PIB) sería este año del 3,2 %. La OCDE hizo notar que la larga etapa de una economía impulsada por el sector minero ha finalizado, y que el abaratamiento de los precios del cobre y una menor demanda de China han reducido los márgenes del comercio, los negocios, la confianza y la inversión.

No obstante, y aunque ligeramente por debajo de lo previsto, avanzó que tras una fuerte ralentización en 2014, la economía se va a recuperar gradualmente este año y el siguiente. Esa recuperación, según el estudio, estará marcada al principio por un mayor consumo público, pero se verá reforzada posteriormente por una mayor demanda de bienes industriales procedente de Estados Unidos y de Europa.

La OCDE reconoció también que a medida que la bajada de los precios del petróleo se refleje de forma positiva en la economía de las familias, el consumo privado contribuirá al crecimiento económico del país. Pese a ello, advirtió de que los efectos de la caída de los precios del cobre han demostrado que Chile está muy expuesto a los condicionantes externos, por lo que dejó claro que el crecimiento dependerá principalmente de la aplicación del ambicioso plan de reformas de su gobierno.