En la ceremonia, también se entregaron los reconocimientos “Espíritu Maccabí”, al subsecretario del Interior, Mahmud Aleuy, y “Matriarcas”, a la Presidenta de la República, quien señaló a los representantes de la comunidad judía que “es un honor recibirlos nuevamente en esta casa, que es símbolo de la administración de un Estado laico, pluralista y respetuoso de la diversidad”.

B4_UlhZIYAAd709Acompañada por autoridades nacionales y miembros de la Comunidad Judía, encabezada por Gerardo Gorodischer, la Jefa de Estado, Michelle Bachelet, presidió este mediodía la tradicional ceremonia de Jánuca en el Palacio de La Moneda. Este rito se realiza en la casa de gobierno desde el año 2009.

Al hacer uso de la palabra, la máxima autoridad de nuestro país señaló que “es un honor recibirlos nuevamente en esta casa, que es símbolo de la administración de nuestro Estado: un Estado laico, pluralista y respetuoso de la diversidad”.

La fiesta de Jánuca conmemora la victoria de los macabeos, un pequeño grupo de judíos, sin armamento sofisticado, que recuperaron su independencia y libertad frente a los helénicos, uno de los ejércitos más fuertes de todos los tiempos. Para las generaciones posteriores, la celebración se basa en el milagro del cántaro de aceite que contenía cantidad suficiente para encender la luz de la vida en la sinagoga durante un solo día, pero que sirvió para prenderla durante ocho. Durante esta festividad se prende una januquiá o candelabro de ocho brazos, además de uno más alto, conocido como Shamash.

La Mandataria aprovechó la ocasión para agradecer a los presentes por el trabajo realizado por su comunidad en nuestro país e indicó que “Chile celebra sus valiosos aportes en la cultura, las artes, la literatura, la educación, el deporte y, por qué no decirlo, en los emprendimientos y la generación de empleos. La Comunidad Judía ha contribuido de modo fundamental a desarrollar nuestra patria, con el ejemplo del esfuerzo, la perseverancia y el respeto a la diversidad”.

En la ceremonia, que fue encabezada por el capellán judío del Palacio de La Moneda, Rabino Eduardo Waingortin, se encendió el Shamash, junto a otras ocho velas de Jánuca, que representaron importantes temáticas del quehacer nacional, como la salud, educación, diversidad, juventud, a los adultos mayores, la mujer, la paz y libertad y el deporte. Asimismo, la Comunidad Judía entregó los reconocimientos “Espíritu Maccabí” al Subsecretario del Interior, Mahmud Aleuy, por su comprometida opción pública en favor de los derechos humanos, la tolerancia y la no discriminación, y el de las “Matriarcas”, a la Presidenta Michelle Bachelet.

La Jefa de Estado, además, recordó las iniciativas que se han tomado a lo largo de la historia de nuestro país para aportar a la diversidad y respeto de los distintos credos, la inauguración del Patio de los Disidentes del Cementerio General, en 1854; la separación entre la Iglesia y el Estado, en 1925, hito que marcó el inicio del Estado Laico que tenemos hoy; la promulgación de la Ley de Cultos, en 1999; la implementación de la Oficina Nacional de Asuntos Religiosos del ministerio Secretaría General de la Presidencia, en el año 2007, que hoy trabaja en perfeccionar el marco jurídico y administrativo para que en Chile se pueda ejercer realmente el derecho a la libertad de cultos con pleno respeto por la diversidad.

Asimismo, anunció la creación de un Consejo Asesor Interreligioso, que fomente el diálogo entre diferentes credos y comunidades y que su Gobierno apoya el Proyecto de Ley que tipifica como delito la incitación al odio racial y religioso, impulsado en 2010 por los senadores Lily Pérez, Guido Girardi, Mariano Ruiz-Esquide, Carlos Cantero y Andrés Chadwick, que fue aprobado en general en septiembre de 2013 y que desde el 4 de diciembre cuenta con urgencia para su discusión, indicada por el Ejecutivo. En este sentido, enfatizó que como Gobierno y como Estado de Chile “no vamos a permitir ningún tipo de discriminación ni incitación al odio, menos por motivos religiosos”.

Al finalizar su intervención, la Mandataria hizo votos “para que los conflictos que aún subsisten y tienen en parte componentes religiosos, encuentren caminos de paz y de entendimiento entre pueblos hermanos”. Y añadió que “Chile es un aliado de la paz, y haremos todos los esfuerzos posibles por contribuir, desde nuestra experiencia como Nación, a cultivar y profundizar la convivencia positiva y armoniosa entre países, entre culturas y entre seres humanos. Ese es nuestro objetivo y por él continuaremos trabajando en este gobierno”.