Presidente del Colegio de Arquitectos de Valparaíso, Sótero Apablaza atribuyó la responsabilidad del estado del templo al Obispado, a la Municipalidad y a los parlamentarios.

Experto señala que remodelación de la iglesia de avenida Argentina no se ha llevado a cabo sólo por problemas económicos.

Christian González G.

Iglesias 2La iglesia de Los Doce Apóstoles de la Avenida Argentina -contigua al edificio del Congreso Nacional- representa para Valparaíso algo más que un simple templo; en ella, radica la importancia de ser la segunda más antigua de la ciudad puerto (tras La Matriz), de haber sido la “primera piedra” a la urbanización del barrio Almendral y de prestar sus instalaciones para formar allí un hospital de campaña durante la Guerra del Pacífico, entre otras características que con el paso de los años derivaron en el nombramiento de la iglesia como un Monumento de Conservación Nacional.

Corría el 3 de marzo del año 1985. Un fuerte terremoto golpea con fuerza a la zona centro de nuestro país. Valparaíso queda devastado ante la tragedia. La iglesia de Los Doce Apóstoles sufrió con crudeza los embates de la naturaleza. Meses después, el templo era reconstruido en un trabajo que a posteriori fue la última gran obra estructural que se realizó en el lugar, obra que a juicio del presidente del Colegio de Arquitectos de Valparaíso, Sótero Apablaza Minchel, deterioró aún más el templo.

“Fue muy afectada tras el terremoto del ’85, pero su posterior intervención no fue las más adecuada desde el punto de vista estructural, ya que el material nuevo que pusieron, en vez de ayudar la destruyó más porque hizo que actuara como un martillo que ante temblores y el terremoto de 2010 posibilitaron que se golpeara la estructura y quedara como la vemos hoy. Importante es decir que sus daños no son sólo los que vemos por avenida Argentina, sino que al interior está muy deteriorada y se puede caer ante un nuevo sismo levemente superior a los 6”, aseguró el profesional.

Responsabilidades

Iglesias 3A juicio de Apablaza, gran parte de la responsabilidad del deterioro y del estado en el que se encuentra la iglesia de la Avenida Argentina la tienen sus propietarios: el Obispado, puesto que –recalcó- ellos son los dueños que deberían preocuparse de conseguir los fondos para remodelarla y que quede operable una vez más.

“Gran parte de la culpa es del Obispado que está ejerciendo sus labores eclesiásticas en una capilla contigua a la iglesia. Creo que los propietarios son los primero responsables, en este caso la iglesia diocesana, así que debe ser justamente el Obispado quien debería encargarse. Pero bien es cierto que como es Monumento Nacional, se podría presentar a un proyecto de restauración, pero es nuevamente el Obispado, quien debe tener a un equipo de profesionales que lo haga, incluso para postular a fondos públicos. Sé que algo se hizo, pero quedó en el camino. Indudablemente hay responsabilidad de todos porque Valparaíso es patrimonial”, dijo.

Políticos

Pero el presidente del Colegio de Arquitectura no finalizó su crítica ahí, sino que agregó que otra parte de la culpa respecto al estado del templo la tiene la Municipalidad de Valparaíso, puesto que ellos, como administradores de la comuna, deben velar por el cuidado de uno de los inmuebles con más historia que tiene la ciudad puerto. Así mismo, dijo que esto también debe ser materia de análisis por parte de los parlamentarios, puesto que el edificio está contiguo al Congreso Nacional, el que también se podría ver perjudicado ante un eventual derrumbe de la estructura.

“Acá, mucha culpa la tiene también el alcalde que es el administrador de la ciudad y quien debe velar por el cuidado de todos los inmuebles de Valparaíso; pero también, hay que hacer un llamado con más fuerza al parlamento chileno que tiene un Monumento Histórico inmediatamente al lado y no hacen nada. Repito, acá ocurre un sismo levemente sobre 6 grados Richter y la iglesia se viene abajo, pero no se qué harán sabiendo que no movieron un solo dedo por recuperarla”, afirmó Apablaza.

 Patrimonio eclesiástico

La Dirección de Gestión Patrimonial de la Municipalidad de Valparaíso ha abocado parte de su trabajo en la recuperación de algunos templos porteños. Por ejemplo, el proyecto finalizado el año pasado en la iglesia La Matriz alcanzó una inversión de $230 millones, que fueron financiados por el Consejo Nacional de la Cultura y las Artes ($199 millones) y por el Gobierno Regional ($30 millones), contemplando la reparación del muro, de la torre campanario, de la estructura de techumbre y cubierta, de los muros laterales y de la fachada principal, además de las puertas, las instalaciones eléctricas y la pintura.

“Lo primero que hay que decir que las iglesias de Valparaíso fueron muy importantes porque ahí partió el tema urbano de la ciudad, así que sabemos que es primordial preservar el patrimonio eclesiástico. Acerca de los Doce Apóstoles, hemos tenido visitas en terreno, pero aún faltan los recursos.  Nosotros podemos impulsar proyectos, pero como no somos los propietarios no podemos hacer mucho más porque son muchos los recursos que necesitan, los que podrían llegar por la Subdere a través del Fondo Nacional de Desarrollo Regional (FNDR)”, expuso el departamento.

Acerca del papel que ha cumplido el Obispado en esta materia, la directora de la Gestión Patrimonial porteña se señaló que “por respeto a la iglesia no se hará una crítica, más aún cuando uno está en los zapatos de ellos, sabiendo que cada vez tienen menos recursos. Es importante decir que el tema sólo pasa por un tema económico, ya que ellos (Obispado) hacen mucho por tener de buena manera sus inmuebles, pero no tienen los profesionales que les hagan los proyectos, así que por eso los tratamos de ayudar como municipio”.

Iglesia San Francisco

Madrugada del 2 de febrero del año pasado. Un incendio afectó a la iglesia San Francisco del cerro Barón cuando se encontraban finalizando las reparaciones, de hecho sólo faltaban algunas semanas para ser reinaugurada por el entonces Presidente de la República, Sebastián Piñera. La desazón entre los porteños fue absoluta, pues ante sus ojos ardía uno de los inmuebles que motivó a que los marineros llamaran a Valparaíso con el diminutivo de Francisco: “Pancho”.

En la oportunidad, el obispo de Valparaíso, Monseñor Gonzalo Duarte, señaló que el nivel de daños era enorme y que la gente del barrio estaba choqueada por lo ocurrido, pero que el siniestro serviría para renacer y salir adelante una vez más.

Pese a estas palabras de la máxima autoridad católica en la región, la comunidad del cerro Barón llevó a cabo una manifestación pacífica durante el Día del Patrimonio Cultural, que tuvo como objetivo darle a conocer a los vecinos y a la prensa apostada en el lugar el abandono que tiene actualmente el templo y el convento contiguo.  “Convocamos para que vean que todo el patrimonio se encuentra total y absolutamente detenido. Como comunidad, necesitábamos ponernos de acuerdo para tomar conciencia de que la torre, la iglesia y el convento se deben recuperar” dijo la arquitecto Milagros Aguirre, organizadora de la actividad.