Mientras la Presidenta Bachelet anunciaba su primer proyecto para la reforma educacional, los estudiantes manifestaban que el gobierno tenía un discurso contradictorio.

Sebastián Farfán, ex presidente de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Valparaíso, dijo que es fundamental su presencia en esta reforma, ya que ellos la pusieron en la agenda.

Christian González G.

MarchaEl ambiente educacional en Chile está agitado. El pasado lunes, la presidenta de la República, Michelle Bachelet, firmó el primer proyecto de la reforma educacional, el cual creará la figura de un administrador provisional que tendrá un rol fiscalizador para proteger el derecho a la educación de alumnos de universidades, centros de formación técnica e institutos en peligro de ser cerrados. A su vez, ayer se llevó a cabo la primera gran marcha por la educación de este año y por ende, de este gobierno.

Al comienzo de esta semana, la mandataria decía que “éste (lunes 5 de mayo) es un día especial porque estamos enviando el primero de los proyectos del ámbito educacional. La educación debe ser un derecho y no un bien de consumo, debe ser un bien garantizado»; mientras que el martes, la presidenta de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile (Fech), Melissa Sepúlveda, decía que “nos enfrentamos a un discurso contradictorio, a declaraciones que se contraponen con lo que se señaló en la reunión que sostuvo el ministerio de Educación con la Confech”.

Primeros conflictos

Esta discrepancia gobierno-estudiantes no sólo se refleja a nivel central, sino que también de manera local. Los estudiantes de la zona, si bien entienden que con esta nueva gestión ha habido acercamientos, aún creen que falta mucho por hacer, principalmente a la hora de realizar los acercamientos, los que han sido catalogados como “reuniones protocolares” y no una junta para analizar los problemas de fondos que tiene la educación en Chile.

“Respecto al programa de reformas que quiere instalar Bachelet, quiero insistir que lo que hicieron fue tomar consignas de los movimientos sociales y hacerlas propias. Por ejemplo, el programa de educación es confuso, se habla de gratuidad, de universalidad, pero se desconocen los métodos. Acá se genera una cierta dicotomía, enfrascados en ciertas situaciones que no quedan claras”, explicó Camilo Torres, presidente interino de la Federación de Estudiantes de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso (Fepucv).

Torres continuó su crítica diciendo que “la Nueva Mayoría avala el sistema neoliberal que hay actualmente, lo hace suyo y nosotros estamos en contra de eso. Si queremos fin al lucro tenemos que parar con este sistema. Nuestra idea es que los movimientos entreguen propuestas claras, esa es nuestra labor. Y a los que se encantaron con el programa de Bachelet, demostrarles que sus reformas son igual que las de cualquier gobierno neoliberal, ya que acá no hay diferencias entre Piñera y Bachelet”.

Inclusión estudiantil

Acerca de la inclusión de los estudiantes en las reformas que quiere llevar a cabo el gobierno, el ex presidente de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Valparaíso (Feuv), Sebastián Farfán, fue enfático en decir que si hoy por hoy se está hablando de reformar la educación chilena es gracias a los estudiantes que llevaron a cabo las movilizaciones a contar del año 2011, por lo que considera que es fundamental que participen de las reuniones referentes al tema.

“El movimiento estudiantil impulsó todo este tema de la reforma educacional. No nos parece la forma en que se está llevando, ya que no estamos siendo partícipes como Confech de ésta. De hecho, en la marcha planteamos que no hay reforma sin nosotros, por lo que creemos necesario que la agenda sea más potente aún, que nos consideren a nosotros y a nuestras propuestas que las hemos hecho públicas. Creemos que no se nos ha escuchado y que sólo hemos tenido reuniones protocolares, más como estrategia comunicacional, pero no como una instancia de debate abierto”, dijo el también ex candidato a diputado por Valparaíso.

Respecto a la movilización del jueves 8 en Valparaíso, Farfán dijo que “fue la primera marcha del año, donde esperamos un tiempo para ver la respuesta del gobierno, pero no vemos claridad en sus reformas, son sólo parceladas. Esperamos que sea la primera de varias porque hay que seguir instalando el tema en material social. Este año es clave dentro de todo lo luchado, más aún porque si se habla de educación es por el triunfo del Confech”.

Exigen garantías

“Es necesario avanzar para concretar la reforma en educación. Tenemos la reforma en tabla, donde se discute y se está viendo su letra chica. Hay que avanzar en eso, claro, pero queremos garantías, no queremos que pase lo mismo del 2006. Es fundamental sentarse y dialogar, y si hay que paralizar actividades para ello, lo haremos. Nosotros estamos abiertos al dialogo  indiscutiblemente y si eso significa paralizar para concretar la reforma, lo vamos a hacer porque queremos garantías”.

Las anteriores, fueron las palabras de Ignacio Ojeda, presidente del centro de alumnos de Ingeniería Civil Industrial de la Universidad Técnica Federico Santa María, quien cree que “en materia de educación los cambios son positivos porque se hizo bajo la lupa del estudiantado y que los avances llevados a cabo -que si bien no son significativos- son avances al fin. Partir de cero no es sano y menos para nosotros que queremos los cambios. Respecto a las promesas de la presidenta, esperamos que simplemente se cumplan porque lo venimos pidiendo desde 2011”.

Por último, acerca de la primera movilización, Ojeda agregó que “está en nuestras manos generar los cambios que hemos pedido y eso no se hace de otra manera que saliendo a la calle para presentar y dar a conocer nuestras ideas; así que el llamado es a comprometerse y que esperamos que finalmente este año sí se puedan concretar avances”.