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Como es habitual, fiscalizadores del Servicio Nacional de Aduanas apostados en el complejo fronterizo Los Libertadores estaban revisando a los pasajeros de un bus de recorrido internacional, cuando se percataron que una mujer extranjera de edad escondía algo debajo de sus ropas.

A.I.B., de 61 años y nacionalidad paraguaya, fue separada del grupo para revisarla con mayor detención. En ese momento los funcionarios de la Administración de Aduanas de Los Andes descubrieron que llevaba un bolso de cuerina negra adosado a su abdomen, el cual en su interior aterciopelado contenía aros, anillos, pulseras, cadena y dijes. En total se le hallaron 29 joyas confeccionadas en plata, entre ellas varias de la marca Bvlgari.

Pero esto no era todo, ya que al preguntarle si traía otras mercancías la mujer lo negó. Sin embargo, al revisar el asiento donde venía sentada, el número 2, los fiscalizadores aduaneros encontraron una colorida almohada en cuyo interior habían escondidos 8 cartones de cigarrillos –con cajetillas de 20 unidades cada uno- de las marcas Lucky Strike, Pall Mall y Palermo.

Asimismo, entre las ropas y zapatos que traía dentro de su maleta, la paraguaya transportaba otros 2 cartones de cigarros y diversos paquetes de hierbas medicinales, mercancías que también deben ser controladas al ingresar al país.

Debido a que le extranjera no declaró voluntariamente ninguna de estas mercancías, el procedimiento fue tipificado como contrabando y todos los productos fueron decomisados.