El papa Francisco presidió este viernes en Roma su segundo Vía Crucis  como pontífice alrededor del Coliseo romano, durante el cual se conmemora el calvario de Cristo hasta su crucifixión.

0010913309El pontífice argentino llegó  al célebre monumento romano, en donde lo esperaban miles de personas, turistas y religiosos, la mayoría con antorchas.

Francisco, de 77 años, asistió como el año pasado al rito desde la terraza del Palatino, frente al imponente anfiteatro romano, sin recorrer a pie las 14 estaciones.

Según la historia, fue en el Coliseo donde los cristianos fueron arrojados a los leones durante las persecuciones de los primeros siglos después de Cristo.

Cada Estación estuvo acompañada por las meditaciones que este año Francisco encargó escribir al arzobispo italiano de Campobasso, Giancarlo Maria Bregantini.

En las meditaciones, Bregantini afrontó asuntos de actualidad como «las injusticias que ha causado la crisis económica, con sus graves consecuencias sociales: precariedad, desempleo y despidos», como se puede leer en el texto ya publicado por el Vaticano.

Hubo un recuerdo a «todas las madres que sufren por sus hijos lejanos, por los jóvenes condenados a muerte, asesinados o enviados a la guerra, especialmente por los niños soldados».

Pero también, recordando el sufrimiento de María, se mencionó a las «madres que velan en la noche, con las luces encendidas, temblando por los jóvenes abrumados por la inseguridad o en las garras de la droga y el alcohol, especialmente las noches del sábado».

Meditaciones en las que también se «lloró» por «esos hombres que descargan sobre las mujeres la violencia que llevan dentro» y por todas las mujeres esclavizadas.

Cabe destacar que El Vía Crucis es transmitido en directo por 50 canales de  televisión de numerosos países.