Esta manera de protestar de Liang se suma a la de más artistas y activistas que se han inconformado con los altos niveles de contaminación del aire en China, donde las ciudades sufren días inmersas en capas densas de polución atmosférica

195039_Capturadepantalla20140410alas19.50.04_principalPekín, China.- Un frasco con aire puro de Francia se subastó en 860 dólares (cerca de 11,200 pesos) en la contaminada ciudad de Pekín en China.

Todo fue iniciativa del artista Liang Kegang, quien regresó con el frasco de sus vacaciones en Francia y decidió realizar la subasta como una expresión de protesta en contra de los altos niveles de contaminación en su ciudad.

«El aire debe ser un bien invaluable, que pueda ser respirado libremente por cualquier vagabundo o mendigo», aseguró Liang en una entrevista. «Esta es mi manera de cuestionar la falta de aire en China y expresar mi insatisfacción», agregó.

Li Yongzheng, un admirador del arte conceptual de Kegang fue quien se llevó el frasco a casa. Destacó que la contaminación es el principal problema en la nación y que la «pieza de arte» queda ad hoc.

Esta manera de protestar de Liang se suma a la de más artistas y activistas que se han inconformado con los altos niveles de contaminación del aire en China, donde las ciudades sufren días inmersas en capas densas de polución atmosférica, con niveles superiores a los que se consideran inofensivos.

El Buró de Protección Medioambiental de Pekín admitió que la cantidad de contaminantes descargados sobre la ciudad sobrepasa lo que ésta puede soportar.

Según Ernst Ulrich von Weizsäcker, presidente del Panel Internacional de Recursos (grupo de expertos asesores de la ONU), China se encuentra en el mismo momento de desarrollo que el que su país, Alemania, vivió hacia 1960, acompañado de problemas medioambientales que no se redujeron hasta los años 80.

«La dependencia de China en el carbón es casi la misma que la de Alemania en los 60. Costó veinte años ajustar el modelo, y China también puede hacerlo», señaló el experto en el Foro Económico de Boao, el apodado «Davos asiático».