El concepto de “necesidades educativas especiales” (NEE) emergió por primera vez en el Informe Warnock, en 1981, para definir las dificultades de aprendizaje que presentan los niños y jóvenes con algún tipo de discapacidad física, intelectual o sensorial, las cuales afectan, pero no impiden, su forma de interactuar y participar en la sociedad.

-Ley 20422 fija normas sobre igualdad de oportunidades e inclusión social de los discapacitados, pero hasta la fecha, aplicarla o no en los colegios, parece ser una opción y no una obligación.

Sigrid Boye

0,,15804786_303,00               La inclusión de niños con dificultades de aprendizaje, dentro del sistema escolar público y privado no era tema en décadas recientes, tampoco la inserción laboral de los que ya habían alcanzado la etapa adulta después de tener el “privilegio” de formarse en alguna institución con mentalidad más abierta a la diversidad humana, en especial a las diferencias que se originan en trastornos genéticos o en accidentes físicamente limitantes.

De hecho el concepto de “discapacidad” fue definido de manera unívoca  en diciembre de 2006, como parte de la Convención Internacional sobre los Derechos de las Personas  Discapacitadas, cuyo texto, aprobado por la Asamblea General de las Naciones Unidas entró en vigencia el 3 de mayo de 2008. Este reconocimiento, bastante tardío en relación a otras conquistas sociales, detonó varias iniciativas entre los países firmantes del documento, tendencias que estuvieron orientadas a corregir la injusta y desmedrada situación de los minusválidos en una sociedad participativa para el resto de los ciudadanos.

Si bien dicha Convención constituye un paso definitivo hacia la igualdad, sobre todo al precisar cuáles son las áreas que requieren adaptaciones inclusivas, el hecho concreto es que el proceso de integración aún no se ha completado o se aplica a medias en varias naciones de  tradición democrática, Chile entre ellas, a diferencia de España y otros países europeos que tempranamente implementaron medidas técnicas y legales para minimizar los efectos de la discapacidad infantojuvenil en el desempeño escolar y social.

¿De dónde partió la idea de reemplazar la asociación “retraso mental=imposibilidad de aprender” por el nuevo concepto de “niños con necesidades educativas especiales”?  En el año 1978, la Academia Británica inició un exhaustivo estudio referido a la educación de los niños y adolescentes  cuyas discapacidades físicas o intelectuales requerían efectuar cambios en el sistema sociocultural del reino Unido.

El Informe Warnock, que lleva el nombre de su gestora, la especialista en filosofía moral de la educación y de la mente, Helen Warnock, fue publicado en 1981 y provocó un remezón al identificar las dificultades de aprendizaje, hasta entonces consideradas deficiencias, como necesidades educativas específicas, no excluyentes ni limitantes dentro de los sistemas formativos convencionales.

El informe significó un hito importante en los programas que se aplicaron desde entonces y algunos de sus conceptos más difundidos a nivel mundial, tocan profundamente los preceptos éticos y filosóficos que sin duda conducen a una sociedad mejor, progresista y humanitaria:

-Todos los niños son educables. Ningún niño será considerado incapaz de aprender.

-La educación es un bien al que todos tienen derecho.

-Los fines de la educación son los mismos para todos los niños.

-La educación especial consistirá en satisfacer las necesidades educativas de un niño con el

objetivo de acercarse al logro de estos fines.

-Ya no existirán dos grupos de niños: los discapacitados que reciben educación especial y los no discapacitados que reciben, simplemente, educación.

Realidades contradictorias.-

                Al parecer, en Chile existe una ley, la N° 20422, que “establece normas sobre igualdad de oportunidades e inclusión social de personas con discapacidad”, publicada el 10 de febrero de 2010, según la cual “el Estado garantizará a las personas con discapacidad el acceso a los establecimientos públicos y privados del sistema de educación regular o a los establecimientos de educación especial, si corresponde, que reciban subvenciones o aportes del Estado. Los establecimientos de enseñanza  parvularia, básica y media contemplarán planes para alumnos con necesidades educativas especiales  y fomentarán en ellos la participación de todo el plantel de profesores y asistentes de educación y demás integrantes de la comunidad educacional en dichos planes.”    

Más adelante, la ley 20422 determina que “todo edificio público, o que atienda público, así como toda nueva edificación colectiva, deberá ser accesible y utilizable en forma autovalente y sin dificultad por personas con discapacidad, especialmente por aquellas con movilidad reducida, lo que se aplica a las obras del Estado o los particulares  en el espacio público o al interior de los límites urbanos.”

Si esta norma realmente rige en el territorio nacional, resulta inexplicable que muchos   establecimientos de enseñanza pre escolar, básica y media estén aplicando sus propias políticas en los procesos de admisión de los niños discapacitados y en la atención de  necesidades específicas que van desde la implementación de metodologías de aprendizaje diferenciales y la contratación de docentes que las manejen, hasta la adaptación de las aulas y servicios sanitarios para uso de los alumnos con impedimentos físicos.

Marcia Carrasco es una de las tantas madres que no han experimentado los beneficios a los que alude la mencionada ley, ya que no siempre ha encontrado puertas abiertas para su hijo de once años, quien hasta hace muy poco todavía no lograba integrarse a un colegio que le brindara una real oportunidad de aprendizaje. En 2013 David fue aceptado en un establecimiento particular subvencionado en el cual supuestamente compartiría las rutinas escolares con sus compañeros y tendría las garantías que exige la norma legal, pero su permanencia no pasó de los dos meses debido a que lo mantuvieron solo en una sala, donde su única distracción era pintar y dibujar.  La falta de rampas, además, dificultaba demasiado los accesos al edificio, con la silla de ruedas.

Después de esta decepción  Marcia se dirigió a otro plantel, con instrucciones de la seremi de Educación, de solicitar que a David se le permitiera dar exámenes libres una vez que se pusiera al día con las materias correspondientes a su nivel. Si bien la respuesta fue positiva, la dirección del colegio se eximió de toda responsabilidad en cuanto a impartir las asignaturas al interior del establecimiento, lo que implicaba contratar profesores particulares a domicilio y disponer de recursos para financiar el servicio durante varios meses.

Hoy David es alumno de una escuela integral en la que le enseñan a perfeccionar la lectoescritura y a desarrollar diversas artes manuales y actividades grupales, pero tantos esfuerzos y fracasos permiten poner en duda la eficacia y la validez de una ley que evidentemente no funciona para todos, lo que finalmente obliga a los afligidos padres de niños con discapacidad, a recurrir a los pocos establecimientos especializados de que disponen, en especial si se trata de comunas pequeñas y alejadas de los centros urbanos.

Rossana T.R., madre de una niña con síndrome de Dawn, señaló: “no estoy en contra de la integración pero el problema más grave es que los colegios no están capacitados, ni los profesores, para atender a los niños con problemas de este tipo, como lo hace un profesor diferencial. Creo que debería haber más planteles especializados, con todos los implementos didácticos, técnicos y físicos que se necesitan, en vez de derivar recursos para la integración, a colegios comunes y corrientes que no están preparados y no son seguros para nuestros hijos.”-

Desde la perspectiva del docente, las expectativas tampoco están muy claras, considerando que la aplicación de un sistema mixto puede resultar inadecuado si no se cuenta con profesores diferenciales:  –“Felipe llegó a la sala cuna y hoy está  en sala cuna menor, a pesar de que ya pasó la edad reglamentaria”-señaló Juliana Martínez, educadora de párvulos en un jardín privado-“Él va a su propio ritmo, es inteligente, pero no avanza como debiera porque las terapias que recibe en un centro de apoyo para niños Dawn, no son suficientes. Tendrían que aumentar  de una, a tres por semana.”-

El trabajo de la Junji.-

                Cristian Farías M., encargado Siac de la Junta Nacional de Jardines Infantiles V Región, se refirió a los criterios que aplica dicha entidad en relación a los niños discapacitados que ingresan en los parvularios estatales.

¿Es obligatorio que los establecimientos de enseñanza pre escolar reciban a niños con necesidades educativas especiales?

-“No es una ley pero los jardines de la Junji atienden a niños con discapacidad física o mental, como el síndrome de Dawn, ceguera, sordera o invalidez; los cupos que existen en estos planteles son limitados porque no en todos hay educadores diferenciales o psicopedagogas. Estos profesionales se desempeñan acá, en la dirección regional, y ellos hacen un seguimiento de cada uno de los casos, pero desde este local. Ellos van a terreno, se comunican con la familia y con la directora del establecimiento donde hay niños con NEE, por eso los cupos y el número de niños son limitados,  ya que no están dadas las condiciones en nuestros jardines para tener esos profesionales.

¿A quién le corresponde la tarea de exigir la incorporación de educadores diferenciales en todos los parvularios, con carácter de obligatoriedad?

-“Eso le corresponde al Servicio Nacional de Discapacidad. Son ellos los que deben solicitar un proyecto de ley, o presentar uno para que la presencia de esos profesionales sea permanente en los colegios y jardines infantiles, en sus diferentes etapas, porque ese es un tema país. Lo que hace la Junji es facilitar el ingreso de los niños discapacitados pero no está en manos de esta entidad iniciar una propuesta en ese sentido.

¿La Ley Zamudio ha influido en los criterios educativos que se aplican actualmente en los parvularios?

-“Creo que va a tomar algún tiempo que los chilenos puedan hacer propia la ley y de alguna manera implementarla. La junji, independiente de las normas legales siempre ha incluido dentro de sus políticas, a los niños con NEE, e incluso a los que han emigrado de otros países. Hace mucho tiempo que estamos trabajando por la no discriminación, pero ese es un tema que está vinculado a no discriminar, no así a la decisión de aceptar o rechazar a niños con discapacidad, lo cual no tiene obligatoriedad. Hay que tener claro  que a diferencia de la enseñanza básica y media, en el nivel pre escolar no existe el beneficio de la subvención, es decir, son estatales o privados, y estos últimos tienen potestad sobre la admisión o rechazo de los postulantes.

Espacios para crecer.-

                En pleno centro de Viña del Mar, al lado de la Quinta Vergara, funciona desde hace dos años el Centro Educacional Ayecanyún, una casa blanca, espaciosa, destinada a acoger y educar a niños y jóvenes con discapacidad intelectual, especialmente aquellos con síndrome de Dawn.

La directora del establecimiento, Carolina Pérez, enfatizó que “estos chicos son maravillosos, pero todavía hay muchos prejuicios respecto a su discapacidad. Ellos son como cualquier   otro chico, sólo que tienen un aprendizaje más lento, esa es su gran diferencia, a pesar de que siempre terminan captando todo lo que se les enseña. Se requiere ocupar diferentes métodos, hay que ingeniárselas, ser un poco más creativos, pero a la larga los resultados son los mismos que los obtenidos con niños sin este síndrome.”-

Carolina conoce a Felipe Garrido, uno de los jóvenes con discapacidad intelectual  que fueron contratados para efectuar labores administrativas en el Congreso, quien incluso dio un discurso durante la ceremonia con que los parlamentarios celebraron el Día del Síndrome de Dawn. Su desempeño, que cuenta con el apoyo de un asesor, ha sido irreprochable y la responsabilidad que demuestra en sus actividades diarias  se repite en todos los casos en que alguien ha confiado en las habilidades de los chicos Dawn para desenvolverse en un determinado trabajo.

.”Ese es el gran tema, la inserción laboral”-señaló Carolina-Ellos tienen todas las competencias para poder trabajar pero la sociedad no les da cabida, son muy pocas las personas o instituciones que se atreven a darles una oportunidad,  cuando en realidad son chicos  metódicos y capaces en las tareas que se les encomienda. Son ideales para atender público porque siempre lo harán con una sonrisa y muy buena disposición. Además, son sumamente agradecidos de la vida

y de las oportunidades que les dan.”-

Respecto de los servicios con que cuenta el Centro Ayecanyún, su directora declaró que tienen una psicóloga permanente y una fonoaudióloga que les dedica dos horas a la semana a cada alumno: -“El colegio tiene su equipo y además implementamos redes con algunos médicos externos que son los mismos que ven a los chicos en forma particular, y  de allí se van generando otros contactos, por ejemplo con los genetistas o los ginecólogos que atienden a nuestras alumnas.”-

Según Carolina, la propuesta del Centro es lograr la inserción laboral: -“Queremos un futuro para nuestros niños; salen de sus programas educativos a los 25 o 26 años y se van a sus casas porque no hay opciones laborales para ellos. Creemos que es posible hacer algún sistema de alianza con empresas o implementar nuestra propia empresa protegida, de manera que puedan seguir trabajando, ya que  son hábiles en repostería, y acá empezaron vendiendo sus productos afuera, y hoy funcionan en base a pedidos, porque la demanda aumentó-“

Las aspiraciones de Ayecanyún son compartidas por todas las organizaciones no gubernamentales y fundaciones sin fines de lucro que trabajan en beneficio de la infancia más desvalida. Esas entidades fueron pioneras en acoger a los niños discapacitados, brindándoles espacios para crecer y desarrollar habilidades cognitivas y sociales cuando el tema no figuraba en la agenda país. A falta de una mejor organización estatal y de normas de integración que realmente se cumplan, la labor que realiza el voluntariado sigue siendo relevante para suplir lo que aún falta por hacer a nivel nacional.

A mediados de 2011, la Fundación Descúbreme publicó parte de su propuesta institucional para 2014, a través de su directora ejecutiva, Carola Rubia D., quien puso especial énfasis en la tarea que Chile tiene en cuanto a crear un sistema de educación inclusivo que acoja a miles de niños con necesidades educativas especiales, un desafío que según la dirigente, debe prolongarse más allá abriendo espacios que permitan a los jóvenes insertarse en el ámbito laboral y obtener una remuneración como cualquier otro joven.